Más de lo mismo, pero los enojos groseros de Bullrich resaltaron en la noche

El segundo debate presidencial arrancó de la misma manera que el primero. No hubo correcciones de estilo y de contenido los cinco candidatos siguieron en la misma tesitura de no querer ampliar su representación electoral más que, en el caso de Javier Miley y Patricia Bullrich, tratando de robar algún voto de último momento. 

las sobreactuaciones estuvieron a la orden de la noche. La de Milei es la que le permitió crecer, la Patricia Bullrich estuvo aún más acentuada que la del primer debate ya que sus gritos y sus trabas en la dicción la hicieron merecedora de más y mejores memes. 

por su parte Massa siguió apelando al modo zen, tratando de mostrarse por encima de la media nominal de los caracteres de sus competidores. Schiaretti no logra salir de su modo con olo a naftalina y Miriam Bregman que tuvo una sobreactuación moderada, continuó reforzando su núcleo duro. 

Milei tuvo que leer su repudio al ataque palestino e insistió con la economía de manera oportuna sobreactuada con el tono alarmante para el inflación. Defendió la ley de armas que propone y se probó el traje republicano advirtiendo que Bullrich quiere una dictadura. La casta política para Milei tuvo la culpa de abrazar las ideas del doctor Eugenio zaffaroni uno de los juristas mas respetado internacionalmente en el ámbito del derecho y luego repasó crítica históricas al garantismo tratando de parecer un erudito. En medio del tema de la seguridad se coló increíblemente el tema de la venta de órganos y, desacertadamente, ligó el sistema del Incucai a la corrupción. Por otra parte, en la réplica a Massa recordó la frase de la marcha peronista combatiendo al capital al tiempo que al respecto de ese capital no usó un lenguaje de bajada al votante de a pie: de manera errónea nunca le habló al votante, sino al empresario. 

Patricia Bullrich

La candidata del PRO, también empezó leyendo y poniendo como faro el caso Insaurralde vinculandolo a la palabra mafia y Massa. En Seguridad apeló nuevamente al polémico tema de usar las fuerzas armadas para la seguridad interior, enarbolando la bandera de la acción policial del gatillo fácil y volviendo al viejo estilo de los presos con privilegios. Insólitamente, la misma Bullrich que llegó a decir que el quiere andar armado ande armado, ahora criticó la liberalización de la tenencia por parte de Milei. Recrudeció su sobreactuación del enojo cuando habló de la economía, tanto que llegó a deslucir su propia crítica. También insistió con el discurso del PRO de elegir como enemigo a los gremios, siempre, a los gritos, y frases a los gritos como “dejate de joder” y “dejen de cochear” dudosamente le permitan ampliar representaciòn y sacarle votos a Milei.

Por su parte Juan Schiaretti aprovechó rápidamente para instalar el tema de la política federal. Las frases comunes como la puerta giratoria son un clásico de dirigentes que tiene lecturas claras, pero con un fuerte tinte sepia. Respecto de la producción, dijo que el kirchnerismo ataca a los inversores. Tampoco propuso nada revelador y original atacando el sistema que permite la demanda del trabajador víctima de la explotación. Al cabo, toda la exposición del gobernador se limitó a tratar de defender los reclamos de su provincia al gobierno nacional. 

Sergio Massa mostró como principal diferencia entre Milei, Bullrich, y Schiaretti, que de la misma manera de Bregman, le habló de manera directa al votante, y no a los candidatos a su alrededor. Bajó el clima de la sobreactuación y rápidamente se metió en tema sobre los ejes del debate con el modo de campaña electoral mirando al futuro. De nuevo recordó su política de Seguridad en Tigre al mejor estilo Schiaretti, pero rápidamente usó palabras que disparan ideas como el “FBI argentino”.

La mirada crítica hacia la justicia fue otro de los ejes en Seguridad que los otros candidatos no mencionaron. Ante la réplica de Bullrich tuvo muy claro tirarle con Milman para devolver el segundo disparo de Insaurralde. En materia de trabajo apeló a una frase clave del peronismo: los únicos hombres son los que trabajan. Recalcó uno de sus mejores golpes de efecto que fue la eliminación del impuesto a la Ganancias. y no dudó en hablarle a las trabajadoras en equidad de salaria como una idea original que hasta el momento no se había puesto en el atril del debate. Massa con astucia pidió una réplica para traducir el discurso de Milei al votante de a pie y llevar agua para su molino. Fue arriesgado proponer a Hamas como agrupacion palestina de terrorismo internacional porque genera una fuerte tensión con la izquierda peronista como La Campora.

La candidata de la izquierda, Miriam Bregman se diferenció de resto con la defensa del reclamo palestino y condenando victimas civiles. Apeló a la corrupción de la clase política argentina para volver al discurso de los trabajadores al poder. La crítica  efectiva a Bullrich fue al banalizar su curriculum de ministra de seguridad. Siguió con la crítica de todos los gobiernos por las puertas abiertas para el ingreso de mafias narcos y estructuras de lavado de dinero.