La investigación por el asesinato de Fernando Pérez Algaba, el empresario descuartizado y cuyo cuerpo fue encontrado en Ingeniero Budge, determinó que el celular de la víctima se activó por última vez en el partido de General Rodríguez el 18 de julio.
Voceros oficiales indicaron que ese mismo día, el fallecido se había encontrado con dos ex amigos para cobrarles una deuda y horas antes de que abordara un vuelo a Barcelona, España.
Además, las autoridades del caso encontraron dos muestras en la camioneta Range Rover Evoque blanca, en la que se movilizaba Pérez Algaba antes de ser asesinado, que ahora analizarán para ver si se trata de sangre y, en ese caso, si pertenece a él.
"Lechuga" se había encontrado ese día con Nahuel Vargas y con Maximiliano Pilepich, un hombre vinculado al rubro de la construcción que le había prestado la camioneta que el empresario empleó para movilizarse los días previos a su asesinato.
Fue Pilepich quien el pasado viernes, casi una semana después del hallazgo de los restos de la víctima, entregó el vehículo a la policía de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.
Tanto Pilepich como Vargas, reconocieron ante el fiscal Marcelo Dominguez que se reunieron con Pérez Algaba cerca de las 17.30 o 18 de ese martes 18 de julio para terminar de saldar una deuda de 150 mil dólares que habían contraído con él.
Allí, Pérez Algaba habría recibido 60 mil dólares de esa deuda, los otros 90 mil ya se los habían pagado en una escribanía de Castelar y, tras ello, le devolvió la camioneta a Pilepich, que se retiró con Vargas del lugar, uno en cada vehículo.
Los investigadores tratan de establecer qué fue lo que ocurrió después, una pregunta sin respuesta hasta ahora en la causa. Los dos hombres, quienes en febrero pasado habían denunciado tras un altercado a "Lechuga" por amenazas, aseguraron que el empresario les dijo que se quedaría esperando que alguien lo pasara a buscar, por lo cual se retiraron en la Range Rover.
Expertos en tecnología de la Policía de la Ciudad comenzaron a trabajar sobre la tablet del empresario descuartizado, que había sido secuestrada en el departamento que alquilaba en el partido de Ituzaingó.
También se realizó un peritaje sobre las prendas de vestir -una remera y una campera- de Alma Nicol Chamorro, la mujer trans detenida como partícipe secundaria del crimen de Pérez Algaba, ésta última diligencia, en la sede de la Policía Científica de Lanús, ubicada en la calle Juncal y Salta, de esa localidad del sur del conurbano bonaerense.
Los investigadores intentan establecer con ese estudio si unos rastros encontrados en las ropas de la mujer son o no manchas de sangre, aunque el abogado defensor, Marcelo Ponce, afirmó a la prensa que son "de tuco", ya que estaba cocinando al momento del arresto.