Rechazo del radicalismo bonaerense a la intención de Manes de incorporar peronistas no K a Juntos

La UCR nacional continúa sumida en el debate buscando dilucidar las diferentes estrategias que adoptará en la intención de unificar su oferta electoral y volverse competitiva ante la otra importante fuerza de la coalición opositora: el PRO.

Tanto el jujeño Gerardo Morales como el bonaerense Facundo Manes continúan sin encontrar un punto en común mientras el radicalismo se deshilacha.

El neurocientífico parece alejarse cada día más de la cúpula bonaerense boina blanca que lo arropó y le prestó estructura para la gran elección interna que desarrolló en 2021.

Para aumentar el desosiego, Manes pidió públicamente que Juntos por el Cambio extienda su base de apoyo hacia el peronismo no K que conforman el mediterráneo Juan Schiaertti y el salteño Juan Manuel Urtubey, ya que pregona que la política debe salirse de los extremos y enfocarse en el centro del espectro ideológico.

En ese menester, encuentra el apoyo del ex titular de la Cámara de Diputados nacional, Emilio Monzó, que insta a dar un segundo paso de la mano.de un armado heterogéneo.

El tejedorense, que quiere subirse a la carrera por la gobernación bonaerense de un espacio de apertura como el que propugna Manes, insiste en sumar dentro de la confección provincial al ex ministro kirchnerista Florencio Randazzo.

Esta posibilidad es mirada de reojo por el radicalismo bonaerense que se muestra evasivo y mantiene sus reservas respecto a avanzar en una construcción de esa naturaleza.

Al mismo tiempo, Manes se muestra reticente respecto a avanzar en la conformación de fórmulas híbridas con el PRO, situación que dista del pensamiento de Gerardo Morales que sí propugna la conjunción con los amarillos: al respecto mantiene conversaciones con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como quedó explicitado luego de su encuentro en Mar del Plata al comienzo de la temporada estival.

Confusión en el radicalismo bonaerense

La fuerza centenaria de la provincia de Buenos Aires no logra encauzar una hoja de ruta que les posibilite mostrarse como una opción de gobierno solvente hacia la sociedad bonaerense.

Si bien la mayoría de los alcaldes de la liga de intendentes radicales que comanda el trenquelauquense, Miguel Fernández, apoyan la candidatura de Maximiliano Abad, el relanzamiento de Martín Tetaz en la provincia bajo el paraguas de sus maratones por la Costa Atlántica con la venia de Martín Lousteau y reclamando una alianza con Javier Milei,  tampoco contribuyen para sosegar el ánimo correligionario.

A este panorama incierto hay que agregar otro dato peculiar, el alcalde de San Isidro y aspirante a la gobernación, Gustavo Posse, pide con exasperación la realización de una primaria entre los radicales e independientes como instancia previa para determinar el candidato radical que compita en la PASO contra el PRO.

Desde el campamento abadista deslizaron la imposibilidad de avanzar en la conformación de nuevo padrón depurado de los afiliados a otras fuerzas políticas: “Es algo descartable que solo genera más desorientación, el partido debe ordenarse y hoy tenemos demasiadas vertientes que no encuentran un punto en común”, graficó un referente centenario a PDS.

A las huestes abadistas le preocupa de sobremanera el rol que lleva adelante Facundo Manes, no están de acuerdo con sumar a la estructura centenaria dirigentes del peronismo no K y por ese motivo es inminente una reunión entre el neurocientífico y los principales popes de la estructura centenaria bonaerense para unificar criterios.

El radicalismo provincial sostiene el diálogo con el larretismo por lo que no fue desechada la posibilidad de avanzar en una fórmula híbrida con ese sector del PRO que hoy encarna Diego Santilli.

Las encuestas en la provincia más grande del país no le devuelven buenas noticias a los centenarios por lo que comienza  a cobrar cada vez más fuerza la tesitura de que un correligionario o correligionaria acompañe al Colo en la fórmula provincial para hacerle frente en la PASO al binomio que plante el bullrismo.

En este escenario, suben las expectativas por el papel que cumpla la Coalición Cívica que fue compañera de ruta de Santilli en 2021 y que recientemente lazó al ruedo la candidatura presidencial de Elisa Carrió dentro de Juntos por el Cambio.

Lilita mantiene una zigzagueante relación con Rodríguez Larreta y en los últimos tiempos se la pudo visualizar cercana al jefe radical Gerardo Morales.