El radicalismo no logra sintetizar la oferta bonaerense

El radicalismo entra en etapa de definiciones en lo que tiene que ver con la necesidad de dilucidar cuál será la estrategia que enarbolará en la provincia de Buenos Aires.

El titular del Comité Provincia, Maxi Abad, movió primero y con la presencia del aparato radical cuyo soporte lo representan los alcaldes que manejan el territorio se lanzó a pelear por la gobernación.

La cuestión que hoy altera los ánimos dentro del politburó provincial tiene que ver con la opacidad de la figura del presidenciable que debería catapultar a la boleta provincial, el diputado nacional Facundo Manes.

El neurocientífico hace tiempo que viene pregonando la necesidad de ampliar la alianza de Juntos por el Cambio propiciando la incorporación de una pata peronista no kirchnerista que en esta instancia podría encarnar el mediterráneo Juan Schiaretti, con quien mantiene contactos periódicos, además del salteño Juan Manuel Urtubey y hasta el ex titular de Interior de Cristina Kirchner, Florencio Randazzo.

En ese sentido desde la estructura centenaria han dejado explícitos sus reparos con esa estrategia que propugna Manes, también leen los sondeos que les acercan y visualizan una clara desaceleración en su intención de voto lo que hace más preocupante el cuadro de situación.

Martín Lousteau si bien insiste que peleará por la alcaidía porteña, en su entorno no lo descartan en una aventura presidencial, de hecho mandó nuevamente a la cancha bonaerense a Martín Tetaz que comenzó una “maratónica” gira por los principales centros turísticos de la provincia y levantó polvareda con su propuesta de incorporar a Juntos por el Cambio al libertario Javier Milei, especie que hoy descartan de plano tanto los centenarios como los amarillos del PRO.

Cabe aclarar que tanto el sector ligado a Maximiliano Abad como el que reporta en las huestes de Martín Lousteau han tomado contacto con el larretismo y la opción de que algún correligionario pueda acompañar en la fórmula a Diego Santilli no ha sido desestimada ni mucho menos, es más se baraja la chance de un hipotético binomio híbrido con el Colo a la cabeza y acompañado por una mujer radical, carrera en la que se anotarían varias legisladoras tanto nacionales como provinciales.

Para generar un poco más de confusión a las huestes centenarias retomó la escena política en los últimos días el ex titular de la Cámara de Diputados de la Nación, el tejedorense Emilio Monzó, y revolvió el avispero lanzando su candidatura a la gobernación bonaerense dentro de la fuerza boina blanca.

En rigor, llama a recrear una opción similar a la que se dio en la interna de 2021 contra el PRO cuando el radicalismo con la irrupción de la figura de Manes sacó más del 40% de los votos.

Monzó mantuvo hace un tiempo un encuentro con jefes comunales radicales encabezados por el intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, que se mostraban por entonces preocupados por la falta de una figura fuerte para encabezar la boleta provincial.

Sin embargo, ahora la mayoría de los alcaldes aparecen alineados detrás de Maxi Abad por lo que una eventual candidatura de Monzó no encontraría asidero dentro de la fuerza centenaria.

Posse atiende su juego y pide internas previas

El alcalde de San Isidro no abandona su ambición de ir por el sillón de Dardo Rocha y en ese tránsito es que exige a sus pares correligionarios la estación previa de una interna abierta donde el radicalismo discierna su candidato a gobernador para luego desembocar en la PASO y competir con el PRO.

Tanto Posse como su alter ego, el diputado provincial y secretario General del radicalismo provincial, Walter Carusso, levantan la apuesta y comenzaron una campaña de firmas en afiliados y simpatizantes boinas blancas para meter presión a la conducción provincial y lograr su propósito del desenvolvimiento de un proceso intestino previo a las internas de agosto. 

Posse fustiga severamente la posibilidad de que el radicalismo tome la decisión sobre sus fórmulas en cónclaves a espaldas de los afiliados: Si a las urnas y no al dedo, es la consigna que levantan en esta instancia del juego dentro del tablero partidario.

Este eslogan no es inocente y encapsula una crítica solapada al lanzamiento del marplatense Abad que cuenta con la venia de gran parte de los intendentes radicales.

Las próximas horas serán claves para tomar una determinación respecto si se avanza en un proceso de esta naturaleza, desde el abadismo deslizan que es imposible que se confeccione en tan poco tiempo un padrón de radicales e independientes por lo que vislumbran inconducente esa posibilidad.