El radicalismo bonaerense dio una muestra de carácter y en lo que pareció una respuesta contundente al entuerto intestino que se desenvuelve en el ámbito de sus socios del PRO, selló una lista de unidad para afrontar la interna del 13 de noviembre.
Cabe señalar que el evento comicial no saldrá del molde de una mera formalidad, donde el partido centenario buscará salir fortalecido hacia el comienzo del año electoral demostrando que puede posicionarse como opción de gobierno tanto en el ámbito nacional como provincial.
Quién se llevó las congratulaciones y pudo posicionarse como jefe del radicalismo bonaerense es el presidenciable Facundo Manes.
El neurocientífico venía siendo cascoteado por distintos gobernadores correligionarios entre los que se destacaba la crítica ácida del titular del radicalismo nacional y rival interno de Manes, el jujeño Gerardo Morales, por su choque dialéctico con el macrismo cuando el diputado nacional cuestionó el rol de la AFI durante el gobierno de Mauricio Macri.
Manes se cargó al hombro la negociación por la unidad partidaria y operó conjuntamente con su hermano Gastón que ostenta la titularidad de la Convención Nacional.
Cabe consignar que el escenario para Gustavo Posse distaba bastante de aquel de marzo de 2021 cuando perdió por escasos votos contra el marplatense, Maxi Abad, debido a que en aquella ocasión el sanisidrense contaba con el apoyo de Evolución que capitanea Martín Lousteau.
En esta ocasión, el espacio del economista por intermedio de su operador bonaerense, el diputado provincial Pablo Dominichini, llegó a un pleno de acuerdo con la conducción partidaria por lo que el possismo quedaba ciertamente disminuido en su caudal electoral para enfrentar un nuevo desafío interno.
Ante esa circunstancia, Facundo Manes tendió puentes entre las partes y finalmente convenció a Abad de ceder espacio en la mesa chica partidaria al alcalde de San Isidro que se quedó con la estratégica Secretaría General en manos de su alfil, el diputado provincial Walter Carusso.
“Se dio un paso muy importante para lograr lo que gran parte de la sociedad está reclamando, un radicalismo protagonista que gane la gobernación y la presidencia en el 2023", soltó un Carusso envalentonado ante PDS.
Al mismo tiempo, y como momento postrero de las deliberaciones también se estableció que Gustavo Posse liderará la lista de delegados provinciales al Comité Nacional.
En el abadismo también reina un conformismo medido, fundamentalmente porque lograron consolidar en el espacio la autoridad de Facundo Manes, un soporte fundamental para las aspiraciones correligionarias en la provincia: “Facundo nos arrastra desde arriba hacia abajo”, interpreta un legislador radical.
En rigor, la nueva conducción centenaria reeditará al marplatense y posible candidato a gobernador Maxi Abad como conductor del politburó, mientras que la vicepresidencia la continuará encarnando la representante de los intendentes, la senadora y ex alcaldesa de General Arenales, Erica Revilla.
También ocupa un lugar relevante en el nuevo organigrama la diputada provincial lanusense, Nazarena Mesías, que si bien reporta al abadismo adquiere peso propio por su preponderancia en el conurbano bonaerense, territorio que configura una piedra en el zapato para la estructura centenaria.
Los centenarios esbozan un conformismo que bordea con la euforia ya que pilotearon un proceso interno donde emergió una lista de unida qued contempla la representatividad de todos los sectores, al tiempo que sustentaron la candidatura presidencial de Manes como representante genuino de la provincia de Buenos Aires.
Así las cosas, el objetivo del radicalismo pasa por concentrase en la elección de un candidato a gobernador que pueda comenzar a caminar la provincia con celeridad.
En un primer momento se había razonado lanzar a la cancha a varios aspirantes entre los que se contaban algunos intendentes como el líder de la liga radical, Miguel Fernández de Trenque Lauquen, pero la idea que prima por estas horas es que se impulse un candidato por consenso que todas las fuentes señalan que sería Abad que se vería robustecido en la fórmula por la compañía de un alcalde con peso electoral que podría ser el propio Posse.
En el campamento del sanisidrense están convencidos de que su jefe debe encabezar la oposición radical acompañado por alguien del "palo" político.
Por ahora todo es alegría dentro de las vertientes correligionarias y el debate sobre las candidaturas se postergaría hasta luego de la interna donde esperan juntar cerca de medio millón de afiliados y brindar una demostración de fuerza al resto del espectro político provincial.