La UCR bonaerense ha visto sosegado en cierta manera su actividad partidaria conforme a la compleja situación económica coyuntural que atraviesa el país.
Los centenarios oficialistas habían convenido una serie de recorridas de un ramillete de candidatos propios por las distintas secciones electorales, que planearon comenzar a caminar el territorio bonaerense paulatinamente durante las últimas semanas de julio y profundizar la huella en los primeros días de agosto.
Ese esquema por ahora ha quedado en stand by debido a que más allá de algún reposicionamiento dentro de la coalición opositora también se ha convenido bajar un poco los decibeles de confrontación, tanto internos como hacia el oficialismo.
El temor que embarga a la alianza opositora de que puedan precipitarse algunos acontecimientos no deseados llamaron al raciocinio y acrecentaron una extremada prudencia dentro de las filas centenarias.
Sin embargo, hay algunos movimientos que comienzan a advertirse que dejan al descubierto la intención de comenzar a delimitar el margen de maniobra de las distintas fracciones internas con vistas a la elección del candidato presidencial del espacio.
Si bien el radicalismo oficialista bonaerense hoy adolece de aspirantes con perspectivas en la provincia en lo que concierne al rubro gobernador, sí tiene dos postulantes potentes en las gateras en la carrera hacia la presidencial: el titular del partido a nivel nacional Gerardo Morales y Facundo Manes.
Si bien tanto el jujeño como el neurocientífico han compartido actividades en conjunto en los últimos tiempos ya comienzan a ensayar un distanciamiento para concentrase paulatinamente en las campañas que cada sector encarará.
Morales comenzó a escarbar el conurbano bonaerense, con una primera aproximación en la zona norte: recorrió Vicente López con un estilo de campaña puerta a puerta y visitando pequeñas empresas.
También reunió a la tropa correligionaria donde participaron algunos referentes como el ex vicegobernador, Daniel Salvador, que también estuvo en el almuerzo que homenajeó la gesta del oficialismo radical de colocar en el cetro de la Convención Nacional a Gastón Manes, el hermano del candidato.
Si bien la diputada provincial Alejandra Lorden y la legisladora nacional Karina Banfi, que entre paréntesis se las menciona como posibles aspirantes al premio mayor en la provincia, estuvieron recientemente de recorrida en Jujuy con Morales, situación que despertó cierta incomodidad en la cúpula provincial, se descuenta que reportarán a la estructura bonaerense y apoyarán con plenitud a Facundo Manes.
La idea del oficialismo radical bonaerense es que sin prisa pero sin pausa vayan desapareciendo esas situaciones de hibridez donde se juntan en eventos o actos referentes de los dos espacios, razonan que es hora de que cada sector poroteé sus apoyos y encare la batalla hacia el 2023.
Aparte, hay referentes radicales provinciales que miran con cierto reojo el acercamiento del mandatario jujeño con el Peronismo Federal de Schiaretti y Urtubey.
Según ha trascendido en los círculos de los herederos de Alem bonaerenses, ha alterado el ánimo de los principales dirigentes una charla que se habría dado entre el referente nacional de Evolución, Martín Lousteau, y el gobernador jujeño Gerardo Morales.
La relación entre la comandancia del Comité Provincia y Lousteau nunca fue del todo apacible, pero se trasuntaba que el economista finalmente iba a acompañar la decisión del enclave oficial bonaerense.
Si algún tipo de acuerdo se concertara entre el jujeño y el porteño, Morales no solo tendría un importante referente dentro de CABA sino que contaría con un claro soporte electoral en la provincia de Buenos Aires: el candidato a gobernador Martín Tetaz.
Ante esta circunstancia, el abadismo espera contar con el aporte territorial de los intendentes radicales para abastecer de un buen caudal de votos a Manes: confían más en el tradicional aparato de los jefes comunales que en el conocimiento que pueda despertar Tetaz por sus incursiones televisivas.
También comenzaron una avanzada de consolidación de candidatos propios en los distritos en los que gobierna el PRO, claro testimonio de esa determinación es el reciente lanzamiento de una línea interna en La Plata del referente manista y ex líder de la juventud radical, Pablo Juliano, en lo que parece ser un contraste con el arreglo que el intendente Julio Garro desplegó con Martín Lousteau que incluyó la incorporación al gabinete municipal de un alfil del economista, Pablo Nicoletti, que fue entronizado en una importante secretaría del municipio.
El acto de lanzamiento de Juliano fue robustecido por la presencia de la plana mayor del politburó provincial radical encabezado por su titular y potencial postulante al sillón de calle 6, el marplatense Maximiliano Abad.