Dentro del territorio bonaerense los internismos no dejan de aflorar dentro del PRO, donde con la coincidencia de la irrupción del ex presidente Mauricio Macria en la centralidad política comenzó a desarrollarse paralelamente una proliferación de aspirantes a la gobernación en el territorio de la provincia de Buenos Aires.
Los alcaldes amarillos no son partidarios de una fragmentación de la oferta electoral dentro del PRO, los preocupa de sobremanera que el radicalismo pueda aprovechar esa grieta, meter la cuña y apoderarse subrepticiamente de la candidatura en los distritos que dominan.
El alerta que emana de los alcaldes tiene su sustento en que se habría filtrado el dato de que Horacio Rodríguez Larreta le dará su boleta presidencial a los intendentes que apoyen a Santilli, situación que explica la urgencia de bullrismo por comenzar a armar estructura a contrarreloj en todos los distritos bonaerenses.
Mientras tanto y desatendiendo el ruego de los intendentes, Macri retomó su ritmo de visitas al conurbano sur y aterrizó en Lanús para darle su respaldo a Néstor Grindetti, devenido en candidato a gobernador por “Hacemos Juntos”, una agrupación que busca recoger heridos del peronismo no kirchnerista y que integra con el platense Julio Garro.
Este lanzamiento del lanusense puede ser advertido como un desafío abierto a la opacidad en la que parece haber ingresado la nominación de Diego Santilli que está encontrando inconvenientes en lograr apoyos rutilantes, solo parece entusiasmar a los intendentes cuando recala en los distritos con la compañía del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
A Grindetti le molesta el estilo de construcción del larretismo, sostiene que es demasiado horizontal y no propende a la agilización en lo que concierne a la toma de decisiones.
Sin embargo, habrá que ver que recaudos toman finalmente los intendentes de los grandes centros urbanos debido a que las encuestas encargadas en los municipios amarillos del Gran Buenos Aires no reflejan una mejora en los números de Mauricio Macri: cerca de Larreta sostiene que el diferencial negativo es enorme lo que haría, en la opinión del entorno del alcalde porteño, inviable cualquier aventura del ex mandatario para la presidencia.
Otro de los que salió a caminarla provincia es el presidente del bloque del PRO en el Congreso Nacional, Cristian Ritondo, que pese a que mantiene buena sintonía con María Eugenia Vidal, también ha tenido encuentros periódicos con Macri y no deja de ver a Horacio Rodríguez Larreta y a Patricia Bullrich.
Destacan cerca del ex titular deSeguridad bonaerense que los sondeos les indican números importantes de aceptación social, situación por la que no evalúan bajarse de la pelea interna y están decididos a hacerle frente a Diego Santilli.
También en los distritos se visualizan los disloques internos, en La Plata el diputado provincial Daniel Lipovezky, ya lanzado en la carrera por suceder a Julio Garro presentó sus credenciales en el campamento bullrista y se convirtió en el referente de la Piba en la ciudad de las diagonales.
En Olavarría el más santillista de los intendentes, Ezequiel Galli, se queja porque padece a diario al ex senador y actual secretario Legislativo del boque provincial en la Cámara Alta, Daltón Jauregui, que trajina el terruño impulsado por Ritondo.
No obstante, los presidenciables del PRO tratan de que finalmente el equilibro no se rompa, es por esta razón que pese a que en el larretismo irrita de sobremanera ciertas actitudes de Mauricio Macri, el alcalde porteño trata de congraciarse con él con algunos gestos de distensión: nombró recientemente como jefe de campaña a Omar De Marchi, un halcón ortodoxo incondicional del ex mandatario.
En rigor, Macri prefiere mantenerse en la superficie condicionando con su accionar los distintos armados, sin resignarse a pasar al ostracismo dentro de lo que considera su criatura política: el PRO.
El ex intendente de Vicente López y actual secretario de gobierno de Horacio Rodíguez Larreta, Jorge Macri, es quien se ha convertido en una referencia ineludible dentro del espacio del Pelado en la provincia de Buenos Aires.
Si bien el primo Jorge condiciona sus movimientos a un acuerdo global entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, no descarta volver al territorio bonaerense y tomar la posta de su antiguo deseo explicitado varias veces de pelear por el sillón de calle 6.
El ex alcalde hace prevalecer como activo su buen vínculo con halcones y palomas del espacio amarillo, y se piensa como un posible salvoconducto que contribuya a galvanizar las diferencias si la interna en el espacio amenaza con desmadrarse por la falta de acuerdo para elegir candidatos.
Ante este cuadro de situación, queda claro que la carrera por las candidaturas del PRO parece desenfrenada y con un vértigo que amenaza con romper en un instante el precario equilibrio en el que hoy se encuentra sumido el espacio que alumbró Mauricio Macri en los albores del nuevo siglo.