El secretario general de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), Guillermo Pacagnini, justificó la decisión del gremio de tomar medidas ante cada hecho de violencia que sufra personal de salud como el que se registró en un hospital de General Pacheco.
En declaraciones para Política del Sur, sostuvo que “la crisis general con la que se vive y la deficiencia en el sistema sanitario hacen que se produzcan hechos de violencia”.
“Viene de hace mucho tiempo pero tenemos la impresión de que en los últimos meses se ha recrudecido. Es casi cotidiano, algunos casos trascienden más como este de Pacheco, pero son cotidianos lamentablemente”, aseveró.
Y añadió que “tiene que ver con el grupo familiar de los pacientes que vienen con una carga de angustia y de ansiedad importante porque están con alguien enfermo y se encuentran con que hay una guardia descubierta o falta el profesional que lo tiene que atender, o faltan los insumos o lo que es muy común, que haya mucha demora en los turnos, hay una sobredemanda tremenda, desborde y eso genera situaciones de violencia ya que siempre el fusible es el equipo de Salud”.
En este marco, Pacagnini lamentó que “nunca se aplicó como corresponde” un protocolo acordado durante la gestión de Daniel Scioli. “No queremos militarizar los hospitales. Queremos prevención. Tampoco una mirada romántica porque los compañeros terminan con lesiones, tiene que haber policías de la Provincia afuera de los hospitales, tienen que cumplir un rol para evitar situaciones de violencia”, reclamó.
“El segundo punto es el cuidador hospitalario que es un integrante más del equipo de Salud para cumplir tareas de prevención adentro de los hospitales, que cuando logramos que se implemente de manera parcial, ha cumplido un rol importante, evita que el fusible sea directamente el médico o la enfermera, trabaja sobre el grupo familiar, ordena la situación ya que en general la situación de violencia es en las guardias”, indicó.
En esta línea, marcó que “después viene lo que se llama dispositivo de desagote de las guardias ya que la aglomeración que hay facilita las situaciones de violencia, para separar lo urgente de lo que no lo es”. “Eso ayuda muchísimo para atender en primer lugar al que lo necesita más y que no se acumule la gente y tengan problemas de violencia”, consideró
Finalizando, el gremialista esgrimió que “solo el 30% de los establecimientos de la provincia, cumplen con algunos de las cosas del protocolo y esos lugares, están más ordenados y no tienen problemas”. “Pero en los demás no hay decisión del Gobierno de dar los insumos y los cargos para que el protocolo funcione al 100% en todos lados”, sentenció.