El partido político Una Nueva Oportunidad (UNO) presentó en distintos Concejos Deliberantes de la provincia de Buenos Aires una iniciativa en repudio al Pase Sanitario que entró en vigencia en territorio bonaerense el 21 de diciembre.
El titular del espacio a nivel provincial, Diego Villamayor, contó en diálogo con Política del Sur que el objetivo de esta acción es “revocar esta medida” ya que considera que “obliga a vacunarse con una vacuna que no es obligatoria ni para el Estado” por lo que no puede exigirse estar inmunizado cuando es algo optativo.
“La Provincia exige la vacunación para entrar a una reunión religiosa pero desde Nación, que va a entrar en vigencia a partir del 1 de enero, no. Planteamos los repudios en los HCD para que emitan una opinión y podamos saber quienes están de acuerdo en defender nuestros derechos y libertades en un gobierno republicano y quienes están en contra”, aseguró.
La iniciativa llegó a los Concejos de Lanús, Esteban Echeverría, Almirante Brown, Florencio Varela, Berazategui, La Plata, General Pueyrredon, Bahía Blanca, Moreno, Hurlingham y Pilar.
“Se perjudica no solo a los encuentros religiosos sino también a los bares, restaurantes y gimnasios. Lo que más nos preocupa es que se le delegue el poder de policía a un pastor, a un cura o al dueño de un bar, porque la reglamentación dice que son ellos quienes deben controlar sino tienen multas de 5 millones de pesos”, cuestionó.
En esa línea, Villamayor recalcó que “el sector religioso está muy preocupado porque han cerrado un montón de iglesias” en el 2020. Además de que “los comerciantes, también, ya que ellos entienden que no tienen la potestad de pararse en la puerta de su local y pedir el pase sanitario a la gente”. “Sería diferente si el control estuviera en un organismo del Estado”, afirmó.
“Lo tomamos como un ataque particular al segmento religioso por parte de esta gestión nacional y provincial que han sacado la ley del aborto, han profundizado la ESI con contenido de género y están sacando un montón de cuestiones que son contrarias a nuestros valores cristianos”, advirtió.
Por otro lado, el referente de UNO remarcó que no son un movimiento antivacunas e indicó que la mayoría ya recibió sus dosis contra el Covid-19, pero entienden que hay una “especie de segregación que divide a la ciudadanía en ciudadanos de primera y de segunda”. “Ni siquiera el Gobierno tomó la posta en decir que es obligatoria, sino estaríamos hablando de otra cosa”, mencionó.
“Los contagios se dispararon por los pocos cuidados que tiene la gente y la mala campaña de vacunación e información. Se está metiendo miedo, no se está concientizando. Una solución es que la vacunación sea obligatoria con un proyecto que pase por el Congreso, pero no lo hacen porque la vacuna no tiene las etapas correspondientes y no quieren ir con el costo político”, concluyó.