En una sesión especial del Concejo Deliberante de Lanús, el cuerpo aprobó por la mínima la rendición de cuentas del año 2020 de la gestión del intendente Néstor Grindetti. Desde el oficialismo se destacó que hubo un superávit de más de mil millones de pesos, mientras que la oposición reclamó subejecuciones en el presupuesto.
En una jornada de casi dos horas, atravesada por complicaciones tecnológicas, volvió a haber un empate en 12, propiciado por los 11 ediles de Cambiemos con el acompañamiento de Héctor Montero de FREJULA, y los miembros del FdT. La paridad la deshizo (como en la última sesión) el presidente del recinto, Marcelo Rivas Miera, con la facultad del voto doble.
Para defender las cuentas del año pasado, el concejal de Cambiemos Omar López aseguró que “fue un año de gestión muy difícil” y que “el gobierno municipal ha sabido afrontar con toda hidalguía la coyuntura que se le presentó desde el 2019”.
En esa línea informó que al distrito ingresaron “10.517.033.534,49 pesos mientras que se devengaron 9.847.276.659, por lo tanto se presenta un resultado superavitario”. Remarcó que hubo un incremento interanual con respecto al ejercicio anterior del 24%.
También reclamó que hubo una “reducción de ingresos provenientes del Estado Nacional y Provincial” lo cual atribuyó al “rezago” de los gobiernos “al derivar apoyo a todos los municipios por igual”.
A lo que mencionó, en materia de Nación, “una merma de 53 millones destinados al plan de primera infancia” y “en obras publicas cuyos recursos eran de 999 millones se percibieron algo más de 116, con una diferencia mayor al 80%”. Por el lado de Provincia, marcó que hubo una diferencia de 721 millones entre lo percibido y lo devengado.
A su turno Montero amparó el ejercicio presupuestario y resaltó que “los recursos de origen municipal alcanzaron poco más 4 mil millones, y en total de recursos de disponibilidad hubo 7.523 millones”
“Hay que valorar el esfuerzo hecho por las autoridades municipales, por la decisión de eximir muchos pagos a comercios e industrias afectadas y el aumento de tasas a grandes empresas”, expresó. Y justificó la posición de Provincia y Nación que “no redujeron los fondos destinados a salud, al fortalecimiento educativo, al servicio alimentario escolar”.
La réplica vino por parte de la concejal del Frente de Todos Mayra Benítez Daporta quien acusó al gobierno de “recortar dinero en partidas presupuestaria” y subejecutarlas “en áreas como salud, educación y desarrollo social”.
“Esta rendición de cuentas muestra ahorros deliberados en áreas sensibles y evidencia un estado ausente que en momentos de mayor necesidad y urgencia donde los ciudadanos necesitan, decide priorizar la recaudación y que cierren los números. El intendente gestiona con una lógica empresarial, no acompaña las políticas nacionales y provinciales”.
La opositora Karina Nazabal coincidió con el planteo de su compañera de bloque y comentó que “la impronta del presupuesto” tiene que ver con lo “poco humanizado del uso de los recursos y poco sensible a las necesidades” de los vecinos. Además observó que “implementó a la baja los presupuestos para recategorizaciones y ascenso a plantas, en un año en que los trabajadores debían sentir un acompañamiento”.
Al momento de la votación, se evidenció los límites de la modalidad virtual para este tipo de actividades cuando en medio de la votación, cuando el FdT ya tenía los 12 votos computados y quedaban tres ediles por votar, a Alberto Torres le empezó a fallar el Zoom y no podía emitir su voto. En los diez minutos que esperó ya se estaba planteando que si no se podía conectar, se debiera dar por ausente al concejal, hasta que Torres recuperó la conexión y se pudo llegar a la paridad para que Rivas Miera definiera.