Noelia Quindimil será secretaria de Gobierno de Néstor Grindetti desde la semana que viene. Coinciden en la mirada local y vecinalista, pero hay diferencias en lo macroideológico. El jefe comunal tiene algo de filoperonista a la vieja usanza abriendo la puerta a radicales y justicialistas. En tanto la concejala, tiene una oportunidad única para gestionar, mostrar lo que vale y tener un lugar desde donde armar tropa propia, algo que hoy nadie puede hacer en el PJ.
Por Ricardo Carossino
En medio de un peronismo lanusense hundido en una completa confusión, donde nadie conduce, totalmente huérfano, esperando un milagro, aparece Noelia Quindimil, ese apellido histórico del Justicialismo bonaerense que decidió salir del Concejo Deliberante y hacer su propia historia política.
Viene de la carrera municipal y ahora tendrá un cargo político en el Municipio. Desde el lunes, será la nueva secretaria de Gobierno del intendente de Cambiemos, Néstor Grindetti, que así abre las puertas a una pluralidad que le da un valor agregado en un escenario sin líderes opositores capaces de amenazar su gobernabilidad.
Con un PJ domesticado por la derrota, que intenta atravesar sus luchas intestinas sin que queden demasiados heridos, ahora aparece Compromiso Peronista, la herramienta con la que Quindimil saldrá a construir otro peronismo.
Lo hará desde el PRO, pero sostendrá su identidad Justicialista para sumar dirigentes que buscan un lugar donde guarecerse hasta que la tormenta del PJ amaine un poco y puedan salir nuevamente a pelear poder.
Una nueva sociedad política ha nacido. Grindetti suma a una persona que conoce cada rincón del edificio municipal, un lugar donde se crió. Además, conoce a todas las segundas y tercera líneas del ex manolismo que si bien hoy no movilizan tropa, juntando las partes desperdigadas pueden hacer un todo.
Claro que del otro lado está todo el PJ y la lucha por el sello, pero a Quindimil no parece importarle por el momento esa pelea. Claramente entrar en esa troika sería quedar relegada en medio de quienes ahora buscan una ilusoria unidad que son Darío Díaz Pérez (que buscará la renovación de la banca de Karina Nazabal), Julián Álvarez que irá por una diputación nacional y el legislador Edgardo Depetri que intenta ser el nuevo referente.
Por otro lado, la futura secretaria de Gobierno tendrá un plus que los demás no tienen en este momento, que es la posibilidad de mostrarse más como gestionadora, como realizadora de hechos municipales para desde allí crear un hecho político que la suba en la escala de peronómetro local.
Ahora, el intendente suma a su Cambiemos lanusense la primera pata peronista de importancia para salir a pescar tropa que le saque poder a Depetri y Díaz Pérez. Habrá que ver, cuánta libertad de armado le otorga el líder del PRO a la titular de Gobierno y cuál es el límite para crecer desde adentro hacia afuera de la gestión.
Según fuentes consultadas de ambos espacios las cosas están claras por el momento. Quindimil hará su trabajo como secretaria de Gobierno, independientemente de su armado político, y Grindetti aceptará que “fuera de su horario de trabajo”, se dedique a la política partidaria.
No coinciden en todo, al menos en lo ideológico. Quindimil es peronista. Su mirada de lo macro que maneja Mauricio Macri parece estar en la vereda de enfrente, pero cuando se baja al barro, las cosas son distintas, como son distintas las lógicas de los intendentes, que no tienen reparo de dialogar como una corporación de poder al margen de la Nación.
Quedó demostrado en la relación Grindetti con Martín Insaurralde, de Jorge Macri en comprar remedios genéricos a Juan Zabaleta de Hurlingham, o en el caso del massismo, ver a Malena Galmarini visitando a Gustavo Menéndez de Merlo.
Hoy los jefes comunales juegan su propio juego y construyen sumando tropa local heterogénea porque sin una mirada ampliada del armado, saben que quedan aislados de conseguir reelecciones.
Por lo demás, en lo que se refiere al vecinalismo, Quindimil y Grindetti están coincidiendo. Ambos ven en el otro un espejo de lo que quieren para el vecino de Lanús, pero para ver si esta relación tiene éxito habrá que esperar a verla caminar.
Lo que sí parece claro por el momento, es que futura secretaria de Gobierno no volvería al Frente Renovador, desde donde se lanzó para tratar de pelear la interna en el massismo para ser candidata a intendenta.
Massa, que cometió varios errores (voluntaria o involuntariamente) terminó apelando al “dedo” como hace la mayoría y le bajó el pulgar a la concejala que trabajada para la órbita del senador José Luís Pallares. Al menos por hoy no habría relación o diálogo ente ellos. Las cosas no habrían sido saldadas después de las elecciones. Tal vez, se deban una charla.
Quindimil también trabajó para el ex intendente Darío Díaz Pérez, pero la relación no funcionó. Fuentes consultadas de Compromiso Peronista opinan que Noelia vio perder una oportunidad histórica que tenía el hoy senador provincial para aglutinar a todo el Justicialismo de Lanús, como bien sabía hacerlo Manuel Quindimil.
Y es verdad. Díaz Pérez se presentó como el cambio en 2007, para diferenciarse de una gestión que venía desgastada por los años de poder, pero quiso (o se encaprichó) en cerrarles las puertas a quienes parecieron ser enemigos de su gobierno. Ni tan enemigos, ni tan amigos. Es política y en política el que se enoja, pierde.
El encierro en sí mismo, en un entono tóxico, le impidió hacer crecer su base de sustentabilidad, de representatividad y electoral. Subido a un relato conmovedor de la Patria Grande, que propugnaba la ex presidenta Cristina Fernández, descuidó la Patria Chica y terminaron echándolo del poder. Primero internamente, cuando le dieron la candidatura a La Cámpora y luego cuando su PJ perdió por primera vez en Lanús después de décadas de gobierno.
Noelia Quindimil, paralelamente al PJ oficial, quiere ser otra alternativa peronista. Quizás, en el inconsciente colectivo, ante el desastre que hizo el Frente para la Victoria, la evocación de su apellido convoque a dirigentes que esperan el milagro de recuperar una mística que los empoderó durante las décadas de los `80 y los `90. Luego los vientos cambiaron por obra y gracia de Fernando de la Rúa y Domingo Cavallo, y apareció un estratega como Néstor Kirchner que comprendió la política, no la tuvo que aprender, como pedía Juan Domingo Perón.
¿Será el caso de Noelia Quindimil?, ¿tendrá la mística?, ¿entenderá la política?, ¿sabrá conducir y persuadir?, ¿sabrá armar desde un espacio de gobierno? El tiempo lo dirá. Por el momento parece una esperanza tanto para Grindetti que a la inversa de Díaz Pérez no tiene empacho en sumar ahora dos vertientes no PRO en el Ejecutivo, Emiliano Bursese del radicalismo y Quindimil de peronismo.
Si bien allegados a Quindimil le han criticado la posibilidad que desperdició Díaz Pérez, ahora le toca demostrar a Noelia que entendió la lección y sea aprovechar el espacio que el PRO le da para tener una plataforma política que muchos ya están envidiando. A veces lo que no puede la mística lo puede la caja y viceversa. Pero también el azar juega en una Argentina donde todo el tiempo alguien te corre el arco.