miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1967

Gremiales | 31 mar 2020

EN CUARENTENA Y DESPEDIDOS

Trabajadores de Cresta Roja: “El tema del coronavirus nos partió al medio, estamos en una situación caótica”

Los despedidos de la avícola venían sustentándose a fuerza de changas, pero la cuarentena por la pandemia los deja con las manos vacías. Además, quienes siguen trabajando lo hacen en forma precaria, sumado a los cesanteados, que se solventan con apenas 12.500 pesos del Estado. Carlos Stasiuk, exempleado de la planta de El Jagüel, dijo que tiene expectativas con el nuevo gobierno, pero advirtió que, una vez que termine el aislamiento obligatorio, continuará la lucha.


Más allá de los reclamos que llevan adelante desde hace dos años, las represiones brutales, los 2000 despedidos, otros tantos cesanteados y promesas de reincorporaciones, los trabajadores de toda la cadena productiva de la empresa Cresta Roja venían realizando gestiones ante la Justicia para, por un lado, denunciar el fraude que sufrieron y aún sufren con los traspasos de empresas, y por otro lado, para formar una cooperativa.

 

“Veníamos bien con la actividad, nos veníamos moviendo”, comentó en diálogo con Política del Sur Carlos Stasiuk, trabajador despedido de la avícola que funciona en la Planta 2 de El Jagüel, partido de Esteban Echeverría. Sin embargo, lamentó: “El tema del coronavirus nos partió al medio; somos 2000 compañeros, 2000 familias, que estamos en una situación caótica.”

 

Es que, además, los trabajadores despedidos se mantenían con trabajos esporádicos e informales, pero luego del decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, esto tampoco es posible. “Veníamos con las changas, pero ahora se cortó todo y de milagro estamos sobreviviendo”, aseguró Stasiuk.

 

Por esa razón, indicó que “hay que ser pacientes hasta que se termine esta situación y volver a la lucha, al reclamo, para ser reincorporados los trabajadores que quedaron afectados desde el 2015, cuando empezó el problema”.

 

Por lo pronto, quienes sí están trabajando lo hacen de manera precaria, ya que el actual operador de Cresta Roja (la firma Wade, de Granja Tres Arroyos), se hizo cargo con durísimas condiciones: reducir personal, salarios y turnos. Sumado a ello, los empleados trabajan a destajo porque la fábrica mantiene una producción alta.

 

A su vez, para quienes quedaron en la calle, la empresa acordó pagar indemnizaciones en 24 cuotas. Y a quienes firmaron el acuerdo con el nuevo operador pero están cesanteados, es decir, a la espera de ser reincorporados, el Estado les paga apenas 12.500 pesos mensuales a través de Anses, quedando así en una zona gris, no son ni empleados ni despedidos, y tampoco gozan de aportes jubilatorios, obra social ni demás derechos.

 

Al respecto, Stasiuk acusó que el gobierno actual sigue “bancándole plata a un empresario que no tiene empleados”.

 

En el medio de todo esto, recriminó que el Sindicato de la Alimentación -que conduce Rodolfo Daer- los “dejó desprotegidos” porque “ayudó” a Macri a dividir a los trabajadores en las condiciones en las que quedaron.

 

Expectativas

 

Hasta tanto la pandemia sea un problema controlado en la Argentina y los trabajadores de Cresta Roja vuelvan a las calles, las asambleas y los pasillos burocráticos, Stasiuk remarcó que “las expectativas no se pierden jamás, siempre se renuevan”.

 

No obstante, afirmó: “Lamentablemente, parece que siempre estamos girando sobre el mismo eje, que cualquier gobierno que venga defiende más al empresario que a los trabajadores. Esperemos que eso cambie y que lo que estamos proponiendo los trabajadores -que tenemos la problemática y la solución de la problemática- nos escuchen. Que una vez por todas atiendan los reclamos de los trabajadores y no sigan haciéndoles llenar los bolsillos a los empresarios.”

 

En esa línea, el extrabajador de Cresta Roja puso un voto de confianza al gobierno de Alberto Fernández, que dirigió un mensaje a los empresarios, a quienes les advirtió que “les tocó la hora de ganar menos”.

 

“Ayer (por el domingo) lo escuché al Presidente, y espero que lleve adelante lo que dice. Porque esto de que siempre sean favorecidos los mismos, los trabajadores lo padecemos. Se recrudeció con el gobierno de Cambiemos y esperemos que este gobierno lo resuelva.”

 

Números que duelen

 

Entre 2010 y 2012, cuando la producción estaba a pleno, Cresta Roja -con la firma Proteinsa- contaba con 3300 empleados (1300 en la planta de El Jagüel). Pero a partir de 2015, con la llegada de la gestión Cambiemos, se hicieron promesas que no sólo no se cumplieron, sino que terminaron siendo al revés: Proteinsa presentó quiebra y, con la supuesta reinauguración anunciada en un acto en 2016 por Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, sólo fueron reincorporados 2100 operarios. Luego, en 2018, se hizo cargo Wade, que puso duras condiciones y sólo quedaron trabajando 1300.

 

En tanto, en El Jagüel ahora hay apenas 400 trabajadores. Los dos turnos que había se redujeron a uno. Mientras en 2013 en un solo turno producían unos 100 mil pollos por día, en la actualidad la producción no descendió demasiado, ya que están produciendo unos 80 mil por día.

 

“Imaginate cómo los tienen”, dijo el exoperario, y observó lo expuestos que están los trabajadores al contagio del Covid-19, debido a que están en una industria que, pese a la pandemia, no se puede detener.

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