viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº1941

Policiales | 24 feb 2020

RELATO DEL HORROR

Doble femicidio de Budge: “Ella ya no quería estar con él, pero le tenía mucho miedo”

Así lo relató a Política del Sur una tía de Marianela, acribillada junto a su madre por su expareja. El jueves harán una movilización con otras víctimas de hechos similares en la región.


Brenda Rivera es hermana de Laura y tía de Marianela, madre e hija asesinadas el miércoles pasado en el interior de una vivienda de la localidad de Ingeniero Budge, donde fueron acribilladas por Miguel Sosa, ex pareja de la más joven de las víctimas que no habría aceptado la separación. En diálogo con Política del Sur, relató el calvario que vivió su sobrina y reclamó justicia por ambas muertes. 

 

“Ella (Marianela) se escapó y ya no quería estar con él, pero le tenía mucho miedo a que haga algo como lo que al final hizo”, contó la mujer, que vive en la planta baja de la casa donde ocurrió la masacre, en Manuela Pedraza al 3700.  

 

Al igual que sucede con tantas otras víctimas de violencia de género, “Maiu”, como le decían sus seres queridos, soportó meses de maltratos durante los dos años que duró la relación, para evitar represalias de su agresor, que la amenazaba permanentemente con vengarse de ella y su familia. Sin embargo, pese al miedo, horas antes del doble femicidio tomó una determinación que le costaría la vida a ella y a su madre: escapó de su pareja decidida a terminar la relación para siempre

 

“El martes se vino a vivir acá con su hijo escapándose de él. Por eso vino a matarla a ella. Mató a mi hermana y hubiera matado a cualquiera que se le cruzara en el camino”, contó Brenda, y señaló: “A mí también me gatilló, pero no tenía más balas.” 

 

El día del hecho, Marianela y su madre estaban hablando en una habitación de la planta alta mientras el resto de los habitantes de la propiedad se preparaban para festejar el cumpleaños de un sobrino. Cerca de las seis de la tarde, Sosa irrumpió en el lugar y su presencia no fue advertida por los testigos hasta que bajó corriendo de las escaleras para escaparse, no sin antes apuntarle y gatillarle a todo el que le pusiera en frente con la pistola Bersa 380 con la que mató a las mujeres. 

 

El ruido de las detonaciones, que habrían sido 34 en total, llamó la atención de Brenda, que salió al patio para ver lo que pasaba cuando se cruzó con el asesino, pero ya era demasiado tarde. Al subir a la escena del crimen, se encontró con el peor panorama. Según sus palabras, el autor del doble crimen le disparó 20 veces a su sobrina y 14 a su hermana, que habría querido intervenir para salvar a su hija. 

 

“No puedo creer la crueldad para matarlas así. No vamos a dejar que esto quede así y no vamos a parar hasta que se haga justicia por Laura y por Maiu”, expresó Brenda, entre otras palabras llenas de dolor por la tragedia. El jueves, junto a otros familiares de víctimas fatales de la violencia de género en la región, concentrarán a partir de las seis de la tarde en Newton y Epecuén, en el centro comercial de Budge. 

 

Al ser consultada por Sosa, recordó que había salido de prisión meses atrás después de cumplir una sentencia de un año por robo y que ya contaba con antecedentes violentos con Marianela, que lo había denunciado. “Hace más o menos tres semanas, él le pegó con un fierro. Ella terminó internada, pero a él lo largaron a las pocas horas”, lamentó. 

 

“Siempre la convencía para volver con él. Ella se separó, pero después volvió con él porque la amenazaba”, aseguró. 

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