Durante la jornada de declaraciones de este martes, que dio inicio al juicio por el crimen de Anahí Benítez, los imputados Marcelo Villalba y Marcos Bazán se negaron a brindar testimonio ante los jueces encargados de juzgarlos, por lo cual se presentó la madre de la víctima, Silvia Pérez Vilor, como primera declarante. 

 

En su relato, la mujer dio detalles del operativo de búsqueda, denunció irregularidades y recordó cómo era su hija. Además, aseguró que cuatro meses después de la muerte de la adolescente, un hombre se habría acercado a ella para confesarle que Anahí habría estado secuestrada en una casa de Lomas de Zamora “conocida por ser un lugar donde se vendía droga”, desde donde la habrían llevado hasta la Reserva Santa Catalina, donde fue encontrado su cuerpo el 4 de agosto de 2017. 

 

Pedido de inimputabilidad 

El abogado Roberto Fernández, a cargo de la defensa de Villalba, planteó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 que su representado no estaba “en condiciones de afrontar el juicio por su patología” y pidió que sea juzgado en un segundo debate oral. 

 

Por su parte, el fiscal del juicio, Hugo Daniel Carrión, y el letrado querellante, Guillermo Bernard Krizan, rechazaron el planteo del defensor oficial, al considerar que sí estaría en condiciones de participar del juicio. 

 

“Nosotros manifestamos que estamos en desacuerdo porque hay pericias que lo contradicen”, señaló Bernard Krizan a Política del Sur minutos después de terminada la audiencia. 

 

Ante esta situación, los jueces Roberto Conti, Elisa López Moyano y Roberto Lugones plantearon una modificación en la lista de testigos y llamaron para el próximo jueves a declarar a los peritos oficiales que realizaron los distintos informes psiquiátricos y psicológicos. 

 

Lineamientos previos 

Previo a iniciar el debate, las partes del caso plantearon su postura a desarrollar durante las jornadas probatorias.  

 

Tanto el representante del Ministerio Público Fiscal como la querella sostuvieron la culpabilidad de Bazán por el delito de “privación ilegal de la libertad agravado y homicidio agravado por alevosía y por mediar violencia de género”, y de Villalba por “robo, abuso sexual agravado por acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravado y homicidio agravado por alevosía criminis causa por mediar violencia de género”. 

 

Ambos sospechosos llegaron al banquillo de los acusados como únicos detenidos por el hecho ocurrido entre finales de julio y principios de agosto del 2017. Con esas calificaciones, de ser hallados culpables, podrían ser condenados a prisión perpetua. Sin embargo, para la parte acusatoria, no serían los únicos implicados en el asesinato. 

 

Movilizaciones cruzadas 

Tal como estaba previsto, alumnos del ENAM marcharon desde la puerta del establecimiento educativo de Banfield hasta la puerta de Tribunales para pedir justicia por su excompañera asesinada, mientras que desde el entorno de Bazán realizaron una actividad similar en el mismo lugar, donde sostuvieron la inocencia del acusado y reafirmaron su teoría de que su detención se trataría de “una causa armada”.