Heroico lo de Racing. Triunfo con gusto a hazaña. La victoria sobre Independiente por 1 a 0 quedará guardada para siempre en el corazón de los hinchas académicos. Como también en los simpatizantes Rojos por la terrible oportunidad desperdiciada.

Racing lo ganó de principio a fin. Desde el comienzo fue el mejor de los dos. Con la experiencia de sus futbolistas terminó imponiéndose al conjunto de Lucas Pusineri, que no pudo calzarse el traje protagonico en ningún momento del partido.

Con la categoría de Marcelo Diaz, la solvencia de Iván Pillud, y el aporte de Lisandro López y Dario Cvitanich, el equipo de Beccacece demostró ser más que su rival.

En el inicio, la Academia se impuso en el mediocampo. Marcelo Díaz fue el patrón y le ganó la pulseada a Lucas Romero. El chileno manejó los hilos y encabezó los ataques de Racing. Por su parte, Independiente apático, se vio superado en todas las líneas.

Así las cosas, el conjunto local tuvo las mejores opciones para abrir el marcador en el primer tiempo. Un fuerte derechazo de Walter Montoya desde afuera del área, encontró la salvada milagrosa de Martin Campaña y el travesaño. Luego probó Iván Pillud y el arquero de Independiente volvió a contener con seguridad.

Cuando se moría el primer tiempo, se produjo un quiebre en el encuentro. Un ataque de Racing derivó en un contragolpe para Independiente y Cecilio Domínguez solo con Gabriel Arias provocó la correcta expulsión del arquero albiceleste. El uno estuvo bien sancionado por Patricio Loustau, dado que tocó la pelota con la mano fuera del área. Racing se quedaba con uno menos e Independiente tenía la posibilidad de aprovecharlo.

En el complemento habría más emociones. Un pelotazo largo de la defensa roja provocó un forcejeo entre Leonardo Sigali y Leandro Fernández. El defensor de Racing le aplicó un codazo al delantero de Independiente y se ganó la roja. La visita tenía dos jugadores de más y parecía aprovechar semejante ventaja.

Sin embargo, el conjunto de Lucas Pusineri nunca supo cómo doblegar a su adversario. Sólo tuvo dos chances para marcar: un cabezazo de Alan Franco que despejó al córner Javier García y una oportunidad desperdiciada de Leandro Fernández en un mano a mano con el arquero. Muy poco para un equipo que tenía dos hombres de más.

Y cuando parecía que todo terminaba en empate, llegó la hazaña. Dario Cvitanich peleó una pelota sobre la derecha y se la llevó con la mano (el línea y el árbitro omitieron la acción). El ex Banfield entregó al medio para la entrada solitaria de Marcelo Díaz. El chileno definió con clase sobre la salida de Campaña y desató la locura en el Cilindro.

Racing se llevó el clásico que quedará guardado por muchos años para sus hinchas en sus retinas. Independiente fue la cara de la decepción. Así son los clásicos. Quedan marcados para siempre. Entre vencedores y vencidos.