Por: Diego Lanese

Luego de los tironeos surgidos por el nombramiento de sus colaboradores, el ministro de Trabajo nacional, Claudio Moroni, comenzó a darle forma a su gestión, que busca diferenciarse rápidamente de su antecesora, marcada por la distancia con los gremios.

 

“El Ministerio estuvo paralizado”, suelen decir los dirigentes cuando hablan de la era que comenzó Jorge Triaca hijo y finalizó Dante Sica, absorbiendo en Producción la cartera.

 

Los primeros pasos dados por Moroni y su equipo marcan un cambio de perfil, donde se intenta darle más dinamismo a las decisiones administrativas y tener una mayor cercanía con los sindicatos y sus centrales.

 

Sobre el primer tema, se pudo ver que en dos semanas se habilitaron al menos ocho nuevas organizaciones, algunas que llevaban años esperando una resolución final. Sobre lo segundo, se multiplican las reuniones, con promesas y compromisos varios. 

 

La lapicera de Moroni tuvo mucha actividad en los primeros días del 2020, con la oficialización de muchos gremios que esperaban el visto bueno de Trabajo. Las nuevas entidades son el Sindicato de Docentes e Investigadores Universitarios de San Luis; el Sindicato Unidos Conductores de Personal Aeronáutico y Portuario (Sucpap); la Federación de Obreros y Empleados de la Carne y sus Derivados de la República Argentina; y el Sindicato Único de Profesionales y Afines de la Seguridad Ocupacional y Medio Ambiente. Además, se formalizó al Sindicato de Trabajadores del Estado Municipal Corrientes; Sindicato de Trabajadores/as de Entidades Bancarias y Financieras de la República Argentina (Siteba); Asociación Interhospitalaria de la Salud de Salta; Sindicato de Choferes de Camiones, Obreros y Empleados de Transporte de Cargas y Logística de la Provincia de Santa Fe.

 

El titular de Siteba, José “Pepe” Peralta, consideró que estas confirmaciones “son buenos gestos”. “Por el momento están cumpliendo con lo atrasado. Esperemos que continúe así. Para la CTA Autónoma faltan varios expedientes sin resolver”, le dijo a Política del Sur.

 

Este gremio había obtenido el visto bueno de la Justicia en 2019, luego de varios años de reclamar ante la cartera laboral. Incluso, la gestión anterior hizo una presentación rechazando el reconocimiento, pero en segunda instancia la Justicia ratificó la legalidad del Sipeba, que ahora tiene el aval oficial.

 

“Parece que hay un cambio de actitud, nosotros obviamente estamos conformes y contentos, son buenos gestos y vamos a tratar de que se mantenga así”, remarcó Peralta, cuyo gremio es parte de la CTA Autónoma.

 

Además, Moroni mostró mayor cercanía con los gremios, se reunió con todos los sectores y busca instalar una agenda de temas con el movimiento obrero. Esa es otra diferencia importante, ante la falta de diálogo que mostraron el tándem Triaca-Sica.

 

En una reciente reunión con gremios aeronáuticos, el ministro aseguró que podrían revisar los sindicatos de las líneas aéreas “low cost”, formalizados por el gobierno de Mauricio Macri para debilitar a los sindicatos del sector.

 

Así lo adelantó esta semana Política del Sur, que explicó que estas organizaciones -que nuclean al personal de Flybondi y Norwegian, por ejemplo- quedaron en la mira del flamante ministro.

 

“Nos dijeron que van a ver qué tan legales son estas entidades, verdaderos gremios de las empresas que no defienden a los trabajadores”, confirmó un dirigente del sector, que estuvo en una cumbre con Moroni a comienzo de año.

 

Equipo y propuestas

 

Para este cambio de perfil, Moroni se rodeó de personas cercanas más que de los “recomendados” por gremios y otros sectores. Su llegada a la cartera tuvo esa lógica. Moroni es muy cercano al presidente Alberto Fernández y fue puesto en su cargo para ser parte del engranaje oficial que busca terminar de cerrar el famoso Acuerdo Social. La ausencia de funcionarios con la venia de la CGT llamó la atención y puede ser un obstáculo en la relación, que comenzó bien, con varios encuentros y una agenda, al parecer, en común.

 

En el equipo de Trabajo tuvieron mucho lugar dirigentes vinculados al Frente Renovador. La última en llegar fue la exdiputada nacional y exconcejal de Avellaneda por el massismo, Mónica Litza, elegida por el ministro Moroni para que esté a cargo de la Secretaría de Empleo, una de las áreas que más recursos maneja dentro de la cartera. Pero a menos de un mes del nombramiento, Litza fue confirmada como vicepresidenta del Correo Argentino, por lo que dejó su cargo vacante.

 

Por estas horas, el equipo de Trabajo sigue en plena construcción. Leonardo Di Pietro, hombre cercano a Moroni, es hasta ahora el Jefe de Gabinete, y Miguel de Virgiliis y Alberto Tomassone serán asesores del ministro.

 

Además, Marcelo Bellotti suena para ocupar el puesto de secretario de Trabajo y Mónica Rissotto para estar al frente de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales.

 

En cuanto a los planes inmediatos, además de estrechar la relación con los gremios, el Ministerio de Trabajo busca implementar planes que permitan cierta reactivación en las empresas, en especial pequeñas y medianas, las grandes generadoras de empleo en el país.

 

Por eso, la Casa Rosada aprobó el nuevo régimen de Planes de Pago para Micro, Pequeñas o Medianas Empresas, destinado a cancelar deudas con el Fondo de Garantía en concepto de Cuota Omitida y de multas y recargos.

 

La medida -informaron- busca “colaborar con este importante sector de la economía a partir de la conformación de un procedimiento razonable que facilita a los empleadores el cumplimiento voluntario de sus obligaciones”.

 

Podrán acceder al beneficio los empleadores que encuadren y se encuentren inscriptos como Micro, Pequeñas o Medianas Empresas. A tal fin, deberán acreditar su inscripción con el Certificado MIPYME, vigente al momento de presentación al régimen.

 

Este plan de pagos específico y excepcional para empresas que presenten Certificado MIPYME otorga mayor flexibilidad para adherir a un régimen de pago de las obligaciones impagas. Se podrá también refinanciar planes de pago vigentes y las deudas emergentes de planes caducos.

 

Durante el 2019, en medio de la crisis económica, el sector pyme perdió unos 11.700 empleados en blanco, según datos de la AFIP.