Dice el artículo 72 de la Constitución de la Nación Argentina:­ “Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Poder Ejecutivo, sin previo consentimiento de la Cámara respectiva, excepto los empleos de escala”. La jura en Diputados de Cristian Ritondo abrió camino a la discusión sobre quién se hace cargo si llega a ocurrir una catástrofe en materia de seguridad durante los próximos días. La respuesta más lógica se deriva a la figura de la mandataria saliente, María Eugenia Vidal. 

Si la cuestión fuese a la inversa, es decir, si Ritondo ya fuera diputado y quisiera pasar a ser ministro, podría hacer uso de licencia, según lo establecido por el artículo 21 del Reglamento de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina: “Los permisos que la Cámara acordase a algunos de sus miembros para desempeñar empleos o comisiones en el Poder Ejecutivo nacional o que le fueren encomendados por las provincias, sólo podrán durar por el año legislativo en que fueren otorgados y no podrán ser concedidos, en caso alguno, con la autorización de ejercer simultáneamente las funciones legislativas”, establece.

LEER MÁS: La región se prepara para la llegada del 10 de diciembre

Sacando a Vidal de la cuestión más profunda y a los equipos técnicos de transición del próximo gobierno (se prevé que sea el senador saliente y ex secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, el titular de la cartera bonaerense de Seguridad en el gobierno de Axel Kicillof), el encargado de las fuerzas y políticas públicas de Seguridad es un hombre estratégico al que Ritondo había elegido desde principios de año para sucederle en el eventual caso de que Vidal ganase la reelección: se trata de Vicente "Tito" Ventura Barreiro, funcionario que fue tenido en cuenta en la vieja idea de suplantar a Ritondo en medio de la campaña que realizaba al frente de la lista de diputados nacionales por Juntos por el Cambio cuando las chances de suceder a Emilio Monzó en la presidencia de la Cámara baja provincial eran creíbles. 

Por aquellos días, el temor en el Ejecutivo era que cualquier episodio de inseguridad que toque una fibra sensible en la sociedad, con el ministro en plena campaña, terminara por ser contraproducente.

De esta manera, el virtual ministro fue Ventura Barreiro, subsecretario de Planificación, Gestión y Evaluación. Es además abogado y analista de Inteligencia Estratégica. Tiene un máster en Administración y Derecho en la Universidad del Salvador y otro igual en la Universidad Carlos III de Madrid. Asimismo, es doctor en Relaciones Internacionales.

Entre otros puestos de la cartera de Seguridad, se ocupó de la Dirección General de Políticas de Prevención del Delito, la Superintendencia de Inteligencia Criminal, la Superintendencia de Policía Local y la Superintendencia de Institutos de Formación Policial. Ventura Barreiro tiene los días contados al igual que Ignacio Greco, Guillermo Berra,  Ignacio Parera, entre otros funcionarios.

LEER MÁS: “No se hubiese llegado a la unidad sin Alberto Fernández”

Por su parte, Ritondo pudo hacerse de la presidencia del bloque Juntos por el Cambio ganándole la pulseada al radicalismo condescendiente concentrado en la figura del cordobés Mario Negri. Seguramente, el ahora exministro provincial tendrá un lugar preponderante en la Comisión de Seguridad de Diputados, aunque muchas veces el cargo termina siendo más simbólico que pragmático.

Kicillof asumirá el 11 de diciembre y con él su equipo de gestión. ¿Vuelve Berni a una cartera de Seguridad u optará por un moderado?