martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº1966

Gremiales | 8 nov 2019

ANÁLISIS

Se reactiva la “guerra fría” entre el moyanismo y la conducción de la CGT

La reunión con el presidente electo, Alberto Fernández, despertó la vieja disputa entre el líder camionero Hugo Moyano y quienes conducen hoy la central obrera. La pelea tiene en el horizonte el confederal de agosto del 2020. El resto de los grupos sindicales analizan sus posicionamientos para la futura conducción.


Por: Diego Lanese

La CGT tendrá hoy su primera reunión formal con el presidente electo, Alberto Fernández, donde comenzarán a perfilar la relación que tendrán en la gestión que comienza el 10 de diciembre. En la previa, se renovaron las diferencias que fracturaron a la central obrera en los últimos años, entre los dos grandes bloques en que hoy se pueden dividir los gremios. Por un lado, la conducción cegetista, apoyada en los “gordos” e “independientes”, grandes sindicatos de servicios que se mostraron dialoguistas con la gestión de Mauricio Macri; y por el otro, el moyanismo, los espacios más combativos que se nuclearon alrededor de la figura de Hugo Moyano.

La cumbre con Alberto Fernández reavivó la “guerra fría” entre los grandes bloques. Primero, el propio Moyano alertó que “no fue invitado” a la reunión, lo que generó dudas sobre su presencia. Se sabe que hoy el primer interlocutor del presidente electo con el movimiento obrero es Héctor Daer, con quien tiene una relación personal de amistad, y a quien quiere de conductor de la futura CGT. Pero el moyanismo resiste esta idea, y amagó con no ir al encuentro.

En este sentido, dos días antes Moyano reunió a la plana mayor del Frente Sindical para el Modelo Nacional, el espacio que forma con la Corriente Federal y otros grupos. En la sede de SMATA analizaron la situación, y decidieron ir a la cumbre.

“Vamos a estar en la reunión, porque queremos hacer prevalecer la unidad”, le dijo a Política del Sur un dirigente que estuvo en el sindicato de los mecánicos. Allí acordaron llevar algunas posturas comunes y moverse “como un bloque”. Moyano estuvo en la reunión junto al anfitrión, Ricardo Pignanelli, y Omar Plaini, y mostró sus diferencias con la conducción cegetista.

En este punto, el espacio coincidió: “Los que estuvimos en la calle contra las políticas de Macri fuimos nosotros, mientras ellos decían ‘hay presidente para ocho años’ y negociaban”. La conclusión del Frente Sindical fue concreta: “nuevo gobierno, nueva CGT”.

La tensión generada en la previa tomó por sorpresa a la dirigencia cegetista, que trabaja para apoyar la idea de un pacto social que busca consensuar el futuro gobierno. Si bien se evitó criticar la postura de Moyano, recordando que “todos los gremios confederados están invitados a la cumbre”, hay malestar por los ataques. En vos baja, buscan tender puentes con otros grupos que no están alineados a estos dos grandes bloques, como el MASA o los transportistas de la CATT.

¿Tregua o cogobierno?

En medio de esta pelea silenciosa, el otro tema que preocupa a los dirigentes es lo que pasará con los primeros días del gobierno de Alberto Fernández, si el pacto social avanza. Darle una tregua a la futura gestión es algo que ya se está hablando, y el propio Antonio Caló, líder de la UOM, lo transparentó, al decir que “si le dimos una tregua a Macri, ¿cómo no se la vamos a dar a Alberto Fernández?”

En este sentido, otro dirigente del ala dialoguista confirmó esta idea. “No vamos a exigirle a Alberto un bono navideño ni de fin de año porque sabemos que la situación es muy difícil”, fueron las palabras del secretario general de la UPCN, Andrés Rodríguez, anticipando la estrategia de su sector a partir de la asunción del nuevo gobierno.

Más allá de las críticas que despertó el actual gobierno, la movida que inició Rodríguez no cayó bien en el sector combativo, que no quiere una especie de cogobierno para lo que viene.

Andrés Rodríguez es una de las figuras de la conducción de la CGT que más rechazo genera entre los espacios cercanos a Moyano. Su actitud ante el gobierno de Macri fue duramente criticada, y es hoy una suerte de “jefe de gabinete” de Héctor Daer y Carlos Acuña, los conductores formales.

El líder de UPCN es uno de los puntales del rechazo a la incorporación de la CTA de los Trabajadores a la CGT, por las críticas recibidas en este tiempo. “Nosotros vamos a pedir que la CTA sea parte de este proceso, debemos sumarla para fortalecer la unidad”, le dijo a Política del Sur otro dirigente del Frente Sindical, confirmando su apoyo al proceso de unidad iniciado en el congreso de Lanús.

Por ahora, la conducción rechaza la llegada de los gremios que lidera Hugo Yasky -diputado nacional del futuro oficialismo, mientras que el Frente Sindical la apoya.

Otros grupos están en posturas intermedias, como el MASA. En una reciente reunión realizada esta semana, sus integrantes exigen que “se cumplan los plazos previstos para el mandato de la actual conducción de la central obrera, para poder avanzar más claramente hacia la confluencia a partir de agosto de 2020”.

Esto no descarta la unidad, pero la pospone para luego del confederal que definirá las nuevas autoridades. En cambio, para el moyanismo la CTA debe estar en esas elecciones, una forma de contraponer el peso de los “gordos” e “independientes” en una hipotética disputa por los votos de la conducción cegetista.

“El movimiento obrero está muy complicado, el movimiento obrero no es tan fácil de unificar como es la política. Existen varias fracciones, el MASA, el Frente Sindical, la CGT, la Corriente. Prometimos que el viernes vamos a concurrir, para que Alberto sepa que el movimiento está unido, lo cual no quita que dentro de la interna sindical discutamos”, planteó Carlos Municci, secretario general de la Asociación Personal Superior de Energía (APSEE) e integrante del sector de la Corriente Federal.

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