El juicio por el crimen de Sebastián Scriva (60), el comerciante asesinado el 11 de febrero de 2018 durante el robo de la recaudación de su pizzería de Barrio Lindo, partido de Almirante Brown, continuará este jueves con los alegatos de las partes. En la audiencia de ayer, una relacionista publica afirmó que los dos jóvenes acusados, David Acosta (20) y Héctor Pereyra (19), estaban en un boliche de Monte Grande al momento del hecho.

Así lo indicó Camila Ailén Centurión, quien se dedicaba a la venta de entradas en el local bailable Lúkovo, de donde salieron los imputados cuando fueron detenidos tras sufrir un accidente de tránsito a bordo de una moto. Según el relato de la mujer, los dos pasaron allí la noche junto a un grupo de amigos que asistían habitualmente todos los sábados en una mesa reservada del sector vip.

“Tito y David habían entrado a las dos y salieron a las seis de la madrugada, cuando cerró el boliche”, aseguró la joven sobre ambos juzgados, quienes llegaron en condición de detenidos al proceso judicial iniciado el 1 de octubre.

El debate de ayer estaba previsto para las nueve de la mañana, pero se demoró su inicio hasta el mediodía. Debido a que los cuatro testimonios se extendieron hasta las tres de la tarde, los jueces decidieron pasar los alegatos para este jueves, cuando las partes expondrán sus planteos previamente a conocer el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 10.

El hecho

El 11 de febrero de 2018 a las dos de la madrugada, en la esquina de Madariaga y Portugal, Sebastián Scriva cerraba su local de comidas cuando fue interceptado por dos motochorros que lo ejecutaron de dos disparos en el pecho, sin mediar palabra, después de despojarlo de la recaudación del día. El hombre falleció mientras era intervenido quirúrgicamente en el Hospital Santamarina de Esteban Echeverría a donde fue llevado de urgencia.

En tanto, los presuntos autores de la agresión cayeron más tarde al ser reconocidos por la Policía en el mismo centro de salud. Habían tenido un accidente de tránsito en moto al salir alcoholizados, donde habrían gastado parte del botín robado.