miércoles 17 de abril de 2024 - Edición Nº1960

Gremiales | 17 oct 2019

CRISIS LABORAL

Trabajadores de Kimberly-Clark resisten el cierre de planta en Quilmes

Este miércoles realizaron una manifestación en Puente Pueyrredón para rechazar el despido de 200 empleados de la fábrica. Afirman que existe un “lock-out” patronal y que no hay crisis que justifique la medida. Piden que se tenga en cuenta su “propuesta productiva” para reactivar la planta sin perder puestos laborales.


Por: Diego Lanese

Por su tamaño, Kimberly-Clark es la séptima compañía mundial en productos de cuidado personal y para el hogar. El año pasado inició una reestructuración regional, que en el país se vio acelerada por la crisis económica. Por eso, hace un mes presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), y de un día para el otro cerró su planta en la localidad bonaerense de Bernal, en el partido de Quilmes.

 

Por esta medida, la multinacional despidió a 200 trabajadores, que lanzaron un plan de lucha para tratar de recuperar los puestos laborales. Ayer desde las 7 realizaron junto con otros grupos de cesanteados una manifestación en Puente Pueyrredón, en Avellaneda, donde rechazaron la supuesta crisis de la empresa y remarcaron que existe un plan para reactivar la producción. Desde que se anunció el cierre mantienen una toma pacífica en el lugar.

 

La manifestación de los despedidos de Kimberly-Clark contó con el apoyo de otros grupos regionales de cesanteados y de empresas en crisis. “No al cierre” marcaron las banderas desplegadas ante los miles de efectivos de Prefectura Naval, que como es costumbre, para estos actos desplegó la denominada “súper valla”, una estructura metálica que impide que los manifestantes suban al puente, que comunica Avellaneda con la Capital Federal.

 

El acto es parte del plan de lucha aprobado la semana pasada en asamblea, en reclamo de la reapertura inmediata de la planta Bernal de la empresa y en defensa de los 200 puestos de trabajo. Para eso, los empleados presentaron ante las autoridades laborales una “propuesta productiva”, que permitiría poner en funcionamiento la planta sin perder ninguno de los puestos de trabajo y sin modificar el convenio colectivo de los papeleros. 

 

“Estamos mostrando el interés de todos los trabajadores de mantener nuestras fuentes laborales”, le dijo a Política del Sur el delegado Walter Relañez. La semana pasada, como parte de este proyecto, se detalló este programa a integrantes de los distintos bloques políticos del Congreso.

 

“Luego de presentar un plan productivo que hemos elaborado los trabajadores, que parte de rechazar el preventivo de crisis de una multinacional que factura millones, y de exigir que la empresa levante el ‘lock-out’ y garantice la continuidad de la planta con todos los trabajadores en sus puestos, seguimos llevando a cabo las medidas de lucha resueltas”, sostuvo Relañez. Los empleados reclaman el pago de los salarios y que el Estado mediante el Ministerio de Producción “haga uso de sus herramientas para dar una salida al conflicto”.

 

La multinacional Kimberly-Clark es una firma papelera de Estados Unidos que emplea a unos mil trabajadores en el cono sur y exporta a cuatro países de la región. La empresa ratificó en las audiencias la necesidad de presentar PPC, pero confirmó que no se retira del país, sino que “se compromete a seguir invirtiendo en la Argentina, un mercado clave”.

 

Para eso, mantiene abierta su planta de San Luis, una de las tres más grandes de esa provincia y la segunda en niveles de producción de la región, y otra en la localidad bonaerense de Pilar, dedicada a la producción de productos de protección femenina y para adultos. 

 

En sus plantas se fabricaban servilletas, papel higiénico, papel para pañales, rollos de cocina y papel para productos faciales, y entre las marcas que comercializa la empresa se encuentran los pañales Huggies, la línea de toallas femeninas y tampones Kotex, el papel higiénico Scott, los pañuelitos Kleenex y los pañales Plenitud.

 

Hace unos días, algunos medios periodísticos afirmaron que había “un principio de solución” en la crisis, a partir de una serie de propuestas realizadas en la última audiencia en el Ministerio de Producción y la Secretaría de Trabajo. Pero hasta el momento esos pasos, que podía incluir relocalización de despedidos, pago de indemnizaciones con mayores beneficios y hasta un comprador de la planta, se fueron diluyendo.

 

“Denunciamos que el procedimiento preventivo de crisis que presentaron es trucho”, remarcó Relañez. La semana anterior, los trabajadores se movilizaron y pidieron “un paro inmediato de todas las fábricas papeleras y un plenario de delegados de la federación papelera en esta planta que resuelva un plan de lucha para enfrentar los despidos en todo el gremio”.

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