Un hombre de 32 años con retraso madurativo falleció a causa del feroz ataque de su perro raza Pitbull Terrier. Se sospecha que la víctima habría sufrido un cuadro de epilepsia, lo que provocó la violenta reacción del animal, que lo mordió en el cuello.

El hecho ocurrió el sábado en el patio delantero de una vivienda de la localidad de Longchamps, ubicada en Horacio Quiroga 1504, donde la mascota de la familia habría desconocido a su dueño como consecuencia de las convulsiones que sufrió de manera repentina, por lo que se estima que ni siquiera se pudo defender en el momento del ataque.

Se trata de un can que responde al nombre de Roco, que ahora permanece en la veterinaria municipal de Almirante Brown, adonde fue llevado por el personal de Zoonosis del distrito, a la espera de lo que disponga la Justicia.

Tras el ataque, un grupo de vecinos indignados habrían tratado de tomar represalias contra el perro, por lo que tuvieron que ser contenidos por la Policía para evitar que lo maten a golpes.

Consultados por Política del Sur, fuentes policiales indicaron que la víctima, identificada como Víctor Daniel Vega (32), presentaba una herida cortante en la zona del cuello que le habría provocado la muerte. Así lo confirmaron minutos más tarde profesionales del SAME que llegaron al sitio.

Según precisaron a este medio, los efectivos del Comando de Patrullas browniano que asistieron a la escena del hecho se encontraron con un hombre gravemente herido y que no daba señales de vida, tendido en el suelo alrededor de un charco de sangre. Mientras que el perro, que estaba atado, permanecía a su lado “con restos hemáticos en la zona de la cabeza”.

Los uniformados fueron advertidos por los familiares del joven fallecido que este perdió la vida a causa del ataque, por lo que tras realizarse las tareas periciales ordenadas por la fiscalía de turno, se trasladó el cuerpo a la morgue judicial donde se llevaría a cabo la autopsia.

Por ahora, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 de los Tribunales de Lomas de Zamora, que caratuló la causa como “averiguación de causales de muerte”, no tomó temperamento procesal alguno contra el responsable del canino, quien era el padre del joven asesinado.