La lapicera que el intendente Jorge Ferraresi usó para completar la lista de precandidatos a concejales que encabeza Alejo Chornobroff se jactó de integrar a varios sectores del peronismo y del movimiento nacional popular. Están representados los espacios de La Cámpora, el Movimiento Evita, el Frente Renovador, Compromiso Federal, Red x Argentina, el Partido Solidario, entre otros. Más allá de lo partidario, también integró a la Defensora del Pueblo local. 

La situación, además de ser un reflejo de ampliación de la base de sustentabilidad política, generó una incógnita: ¿puede ser candidata la titular de la Defensoría?

Según remarcaron desde el Concejo Deliberante a Política del Sur, “si uno ve la ordenanza de la Defensoría del Pueblo de Avellaneda, no hay nada que establezca una contradicción”. “Ahora bien, desde el punto de vista moral, habría una incompatibilidad. No sabemos cómo se va a resolver, es demasiado reciente”, reconocieron. 

Consultada por este medio, Garibaldi se expresó en la misma línea, pero añadió: “La normativa me permite hacer política, pero pedí licencia porque tengo un compromiso ético con la gente”. “Creo en la República, en la democracia y no en los versos. Por eso, voy a hacer lo que es políticamente correcto”, aseguró la ex dirigente PRO, hoy postulante a edil por el Frente de Todos. 

“El Concejo tiene a disposición mi licencia”, anunció la funcionaria, y aseguró que no iba a hacer nada que “no esté dentro del marco de la ley”. De esta forma, el defensor adjunto, Rodolfo Álvarez, queda a cargo del organismo. 

Para Garibaldi, la decisión “fue una cuestión muy difícil”. “Porque amo la Defensoría, en mi puesto de defensora vimos que lo que está pasando es muy triste. La situación social es muy delicada. El 90 por ciento de los reclamos que llegaban tenía que ver con problemáticas que eran originadas por Provincia o eran de competencia nacional”, sostuvo.

A su entender, “hay dos formas por las cuales los vecinos llegan a plantear sus problemas: una es a través del Concejo Deliberante”. La otra -añadió- es mediante la Defensoría del Pueblo. 

Garibaldi asumió en el marco de una acefalía en la institución en agosto de 2016. Previamente había sido consejera provincial del PRO, espacio que dejó de manera simultánea al alejamiento del macrismo de su esposo, el concejal Daniel García, por sus diferencias con la senadora de Cambiemos Gladys González, quien iba a ser candidata a intendenta. En diciembre terminará su mandato.