Por: Diego Lanese

La semana pasada, el anuncio de la tasa de desempleo para el primer trimestre del 2018, que por primera vez volvió a los dos dígitos después de trece años, generó duras críticas respecto de la política laboral del gobierno de Mauricio Macri, que insiste en hablar de reforma laboral cuando se refiere al empleo. Los datos pueden corroborarse en especial en la región, ya que la desocupación golpea sobre todo a los distritos del Conurbano bonaerense, que tienen una tasa por encima del promedio nacional.

Es tan grave el drama de la desocupación que, según una estimación realizada por la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), entre marzo del año pasado y el mismo mes de 2019 se perdieron 30 puestos de trabajo por hora en la Argentina. En la región, casos como el de Canale, Siam, Dánica, la pelea de los choferes de Expreso Lomas y otros tantos marcan cómo se vive quedarse sin trabajo en medio de una crisis que tiende a profundizarse.

El Observatorio de Políticas Públicas de la Undav analizó datos oficiales de despidos desde marzo del año pasado hasta marzo de 2019. Según las cifras, en ese período se perdieron 268 mil empleos registrados, lo que supone un trabajo menos cada dos minutos. “Estos números de desempleo que muestra el informe, significan además que, entre marzo de 2018 y marzo de 2019, se perdieron 30 trabajos por hora, 735 cada día, y 22.360 por mes”, agrega el estudio, al que tuvo acceso Política del Sur.

“La problemática del empleo ha resurgido en nuestro país, producto del cambio radical en la matriz macroeconómica desde fines de 2015, que decantó en destrucción de puestos de trabajo, además de deterioro salarial y pérdida de derechos laborales”, señala el informe universitario. El sondeo fue realizado en base a datos de la Secretaría de Trabajo y Empleo e incluye sólo al sector registrado de la economía. “La desocupación alcanzó los dos dígitos y trepó al 10,1 por ciento por primera vez desde el año 2006, con lo cual, creció 4,2 puntos porcentuales en relación a 2015 y un 1 por ciento en relación al mismo periodo de 2018”, amplía.

Si se dividen por sector, los despidos industriales están por lejos a la cabeza de esta tabla. Como sucede desde que Mauricio Macri es presidente de la Nación, las condiciones adversas que debe afrontar el sector productivo hacen que los cierres se vuelvan una verdadera avalancha. Según la Undav, en el detalle por sector se destacan “caídas de 69 mil empleos en industria manufacturera, 46.300 en comercio y reparaciones, 18.300 en transporte y comunicaciones y 14.400 en actividades empresariales”.

En este sentido, el documento de la Undav apunta que, desde fines de 2015 hasta la actualidad, se perdieron 138 mil empleos solamente en el sector industrial. Haciendo un análisis sobre los perdedores y ganadores del modelo económico actual, el informe argumenta que “por cada empleo nuevo en el sector agrario, se destruyeron más de 335 en la industria”.

Estas malas noticias no impidieron que el Gobierno insista con su ofensiva contra los gremios, a quienes acusó de ser parte del problema, como hizo el propio Presidente en el acto del Día de la Bandera, donde apuntó directamente a Hugo Moyano. Los gremios salieron al cruce de esta actitud, incluso algunos que están distanciados del camionero.

El secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Carlos Schmid, se refirió a esos cuestionamientos: “No me sorprende que Macri critique al sindicalismo. Cuando las cosas le empiezan a andar mal al Gobierno, parece que los convenios colectivos de trabajo tienen la culpa de todo”. Además, planteó que “hay una destrucción permanente de la oferta de trabajo” y que eso “ha acentuado la desigualdad, el déficit social sigue siendo alarmante para la armonía social”. “Siempre he cuestionado desde 2015 la dirección de este trazado económico y los resultado están a la vista”, enfatizó Schmid.

El también titular de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (Fempinra) manifestó que “están dadas las condiciones para un paro general”, pero consideró que “lo que lo frena es la coyuntura electoral”.