viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1962

Gremiales | 21 jun 2019

ANÁLISIS

Contra reloj, los gremios quieren meterse en las listas de los distintos espacios

La dirigencia negocia lugares para el movimiento obrero, que en los últimos comicios quedó relegado. El Frente de Todos tiene varios candidatos anotados y espera una definición de la CGT. Pichetto se ilusiona con traccionar sindicatos al oficialismo. El resto, con algunos apoyos testimoniales.


Por: Diego Lanese

A pocos días del cierre de listas, los frentes políticos trabajan para conformar las listas de candidatos, el paso final para que se inicie la campaña electoral. Con las fórmulas presidenciales confirmadas, empieza el famoso “poroteo”, donde los espacios buscan instalar sus nombres en las listas de legisladores, en todas las jurisdicciones. De esta pelea no son ajenos los gremios, que se fueron pronunciando en este tiempo por las distintas opciones políticas y ahora quieren coronar su apoyo. En la danza de nombres hay varios anotados y se espera que recién el próximo sábado a última hora se confirmen los ganadores, y por supuesto, los que se quedan afuera.

 

El movimiento obrero tiene una larga tradición en saltos políticos, en especial en el peronismo. En estos comicios, la mayoría tiene cercanía con el Frente de Todos, que lleva como candidato a presidente a Alberto Fernández. Quienes figuran en las primeras filas para ser candidatos son los integrantes del Frente Sindical, con Hugo Moyano y Sergio Palazzo a la cabeza.

 

Luego de la cumbre de la semana pasada con los candidatos de ese espacio, comenzaron a circular versiones sobre los posibles postulantes a diputados nacionales. Según pudo saber Política del Sur, la idea del frente es darles “dos lugares a los sindicatos”, entre los 14-16 legisladores que pueden entrar por la provincia de Buenos Aires.

 

En este sentido, en el entorno del frente afirman que uno de los lugares sería para el camionero, que podría ubicar a su hijo menor. El otro espacio, Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores lo reclamó para Roberto Baradel, titular  de Suteba, pero debe negociar con la Corriente Federal, que pretendería imponer al líder de los gráficos, Héctor “Gringo” Amichetti.

 

Por ese espacio se habló de la chance de que el propio Palazzo vaya al Congreso, pero otros creen que tendrá otra tarea: ser conductor de la futura CGT. Una posibilidad es que alguno de los dos primeros nombres sea candidato a diputado provincial, liberando espacio para una banca más. Pero hay un detalle: Alberto Fernández espera una definición de la CGT, que hasta el momento tuvo palabras de elogio para la unidad peronista, pero no comprometió su respaldo.

 

La conducción cegetista está “refugiada” en Ginebra participando de la cumbre de la OIT, desde donde uno de sus referentes saludó el triunfo de los peronismos de Santa Fe, Formosa y San Luis, una forma de mantenerse cerca de la “rosca”.

 

“La unidad hace posible encender las esperanzas del pueblo argentino. Ahora sí, #EsConTodos #EsConTodas”, posteó en su cuenta de Twitter el también jefe sindical del gremio de la Sanidad. La postergada definición de la central obrera pone suspenso a los espacios sindicales, ya que si hay un apoyo formal de la central obrera, podrían aparecer algunos de sus dirigentes como candidatos.

 

En tanto, otro sector del Frente Sindical, organizado en la fracción de las 62 Organizaciones Peronistas que lidera Horacio Valdez, abrió una negociación paralela con el titular del PJ nacional, José Luis Gioja, para tener espacios en las listas.

 

“Con apoyo de Moyano, se le reclamó al líder del peronismo tener representación, tanto a nivel nacional como en las provincias y los distritos”, le confirmó a Política del Sur una fuente del sector. La semana pasada hubo una reunión donde se avanzó en la cuestión, que sigue siendo motivo de charlas.

 

En el resto de los espacios

 

Si el peronismo se ilusiona con el apoyo gremial, el resto de las fuerzas busca asegurarse alguna presencia sindical. En el oficialismo esa tarea recayó en el flamante candidato a vicepresidente por Juntos Somos el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, que quiere aprovechar las grietas en la CGT para quedarse con algunos dirigentes. El descontento de los actuales conductores de la CGT respecto del protagonismo de Moyano y su espacio es la principal carta del senador, que tiene buen diálogo con varios sectores, que le reconocen su labor a la hora de frenar la reforma laboral en el Senado.

 

Si como se dice, los “gordos” no quieren saber nada con apoyar al Frente de Todos mientras el camionero sea su principal interlocutor, ahí hay una veta que puede explotar Pichetto. Por el momento, la reelección de Mauricio Macri tendrá como “pata sindical” al líder de la UATRE, Ramón Ayala, quien no pudo evitar la sangría en su fracción de las 62 Organizaciones, que en parte dejaron su respaldo a la Casa Rosada para sumarse al moyanismo.

 

En cuanto a la fórmula compuesta por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, la cuestión no es mucho mejor. El salteo había logrado traccionar a un sector del Movimiento Argentino de Acción Sindical (MASA), que hace unos meses apoyó su precandidatura. La movida estuvo capitaneada por el líder de los peones de taxi, Omar Viviani, y generó la fractura del MASA, que con Sergio Sasia a la cabeza (ferroviarios) formaron el SEMUN, un espacio que reúne a la mayoría del ex MASA y que busca “la unidad nacional”.

 

Pero la intentona de Viviani duró poco. Luego de años de distanciamiento, el taxista hizo las paces con Hugo Moyano (la pelea se generó cuando el camionero apoyó una lista contraria en la interna de la federación del sector), por lo cual Alternativa Federal se quedó por el momento sin apoyo gremial. El resto de los espacios no definió su postura y esperan que un llamado a último momento los pueda incluir en esta carrera, a días de tener los nombres propios confirmados.

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