Por: Ruben Molina

No es la primera vez que en la política argentina “rumores matan a documento firmado”. Eso fue justamente lo que ocurrió la semana pasada con el Frente Renovador: las versiones que llegaban a este periodista indicaban que el espacio que lidera Sergio Massa tenía todo acordado con el kirchnerismo y que el certificado de defunción de Alternativa Federal ya estaba firmado. La difusión del acuerdo de Alternativa Federal con Massa incluido y el posterior Congreso Nacional massista volvían a dejar en claro que en la política argentina lo que se firma con la mano, al otro día puede ser borrado con el codo.

 

Finalmente el exintendente de Tigre accedió al planteo del ala más dura de su espacio, la que desde hacía tiempo le venía planteando la vuelta al Partido Justicialista y el reconocimiento de que con Alternativa Federal no iban a llegar a buen puerto. Todo eso sumado a la idea de que un peronismo dividido le terminaba haciendo el juego reeleccionista al presidente Mauricio Macri. La presión fue tal que en algún momento se pensó en una división del espacio o al menos en el retiro de una buena parte de la dirigencia del sector.

 

Es cierto que existe una especie de juego de palabras en el documento final convalidado por los congresales massistas reunidos en Parque Norte. El mismo remarcó la necesidad de “una coalición opositora amplia, plural y federal para competir y ganar en las próximas elecciones”, para luego aclarar que se ratifica “a Sergio Massa como su candidato y le delega la potestad de realizar las gestiones y acuerdos que sean necesarios y oportunos para construir una coalición opositora que pueda ganarle a Macri y ser alternativa de gobierno”.

 

El texto puede dar lugar a innumerables conjeturas. Para toda la dirigencia massista lo expuesto fue claro: “Se vuelve al PJ, acordamos con el kirchnerismo y Sergio tiene la potestad de negociar”. Así de simple y contundente fue lo manifestado por un reconocido dirigente seccional, que en off explicó a este periodista la situación. Ese mismo dirigente, que pidió reserva de su nombre, aclaró que no tenía “ni idea” de cómo se resolvía el reparto de cargos, pero que todo estaba encaminado.

 

Tal vez en ese punto esté la duda, en cómo sigue la historia para los hombres y mujeres del Frente Renovador. La situación aún no es muy clara y ningún dirigente del espacio pudo dar certezas de cómo se resolvía el culebrón. El tema no es sencillo, el kirchnerismo ya resolvió su fórmula nacional: Fernández-Fernández. No hay marcha atrás, el propio Alberto Fernández confirmó lo antedicho, además de respaldar el tándem provincial: Kicillof-Magario.

 

Todo lo que se diga de aquí en más puede formar parte del imaginario de cualquier analista o dirigente político. Ya lo dijo Graciela Camaño, quien era una de las más férreas opositoras al acuerdo con el kirchnerismo: “Las posibilidades de acuerdo son infinitas.”

 

¿Se vienen unas PASO entre el PJ y el Frente Renovador? O tal vez, como indican los rumores, se producirá una fusión de ambas fuerzas con impacto en las listas legislativas. Todo puede ser en el increíble mundo de Sergio Massa, inclusive un retorno (del que formalmente nunca se fue) a Alternativa Federal.

 

La región

 

El tiempo comienza a jugar en contra para las expectativas de unos y de otros. El 12 de junio vence el plazo para formar alianzas nacionales y el 22 es el último día para la presentación de las listas de precandidatos. La realidad del Frente Renovador no es la misma en todos los distritos.

 

En Avellaneda, la referencia es Armando Bertolotto. Un histórico del peronismo de ese distrito, que supo comandar el Concejo Deliberante en tiempos de Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera. Él y su esposa, la exdiputada nacional y actual concejal Mónica Litza, supieron construir buenos lazos con Sergio Massa y tienen buena sintonía con el intendente ultra kirchnerista Jorge Ferraresi. Es de los que apostaba a un retorno al PJ. Por las dudas, Litza ya estaba en la agenda del tigrense para encabezar la pelea local.

 

Lanús tiene dos caciques bien definidos: el senador provincial José Luis Pallares y Nicolás Russo. La atomización actual en el PJ de ese distrito es tal que no sorprendería que cualquiera de estos dos dirigentes pueda pasar por el medio y hacer la diferencia. No es sencillo, pero en el caso del titular del Club Atlético Lanús, le sobra imagen para intentar la aventura de ir a unas PASO y pelearle la posibilidad a cualquiera de los candidatos del kirchnerismo. Por el lado de Pallares, nadie puede objetar su prosapia peronista. Fue presidente del Concejo Deliberante en tiempos de Darío Díaz Pérez. También, uno de los primeros en romper lanzas con el PJ y apostar al Frente Renovador, espacio que tiene peso e historia en este distrito.

 

Diferente es la historia en Lomas de Zamora, donde el massismo quedó prácticamente referenciado en Ramiro Trezza. Su construcción impidió el desarrollo de otros referentes. Es más, fue el responsable del alejamiento de varios. El caso más recordado, y con escándalo de por medio, fue el de Juan Carlos Véliz. La ruptura de las relaciones entre el rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Diego Molea, con Sergio Massa, lo dejó prácticamente como el más destacado, y tal vez único, de los referentes locales. De fuerte lazo con el duhaldismo, no es de los más afines a un acuerdo con el kirchnerismo. El futuro del espacio en el distrito es una incógnita.

 

En Almirante Brown ocurre algo similar. Luego de la “fuga” del giustozzismo, el distrito quedó en manos de unos pocos dirigentes. En algún momento parecía que la “herencia” recaía en Daniel Bolettieri, pero sus idas y vueltas lo hicieron poco confiable dentro del Frente Renovador. Hoy milita junto a Felipe Solá. Por estos días, las referencias son básicamente dos: Mario Serrano y Horacio Jerez. Las relaciones entre ambos nunca fueron buenas, nada hace presagiar que la situación cambie. No sería una mala idea para el massismo acordar directamente con el intendente Mariano Cascallares.

 

En Esteban Echeverría, el panorama también se podría analizar de esa manera. En territorio del actual titular del PJ, Fernando Gray, no es fuerte la presencia del espacio. Dos dirigentes emergen como principales referencias: Fernando Sousa y Néstor Pulichino. El primero, con representación en el Concejo Deliberante a través de su esposa, la edil Liliana Heiling; en tanto que el segundo ostenta un cargo provincial producto del acuerdo del massismo con el vidalismo. Las últimas elecciones fueron para el olvido, sobre todo si se tienen en cuenta las fallidas colectoras que provocaron las debacles distritales.

 

Así las cosas, en la región todavía hay que aguardar de qué manera se traducirá un eventual acuerdo con el kirchnerismo, que todos dan por hecho pero no explican cómo. Algo que sólo sabe Sergio Massa. Esta historia, como todas las vinculadas a la elección que se avecina, continuará...