La temporada de fútbol femenino llegó a su fin y con ella se terminó el primer capítulo de Lanús en la Primera División de la disciplina. Una de las jugadoras representativas del Granate es Magalí Molina, quien se desempeña como mediocampista central del conjunto de Karina Medrano, que finalizo en la última colocación pero tuvo la experiencia de codearse con los clubes grandes en la Zona Campeonato.

Las granates terminaron en la última posición con seis puntos. Sin embargo, en la última jornada se sacaron la mufa y pudieron vencer a Racing en Avellaneda para ganar el único encuentro del año.

“Lo necesitábamos, estábamos un poco mal por el tema porque nos llevamos una sorpresa con los equipos más grandes y no pudimos hacer goles para ganar más confianza. Tuvimos muchas bajas y el partido con Racing fue un desahogo y nos dio un poco mas de confianza e ilusión para lo que viene”, reconoció la jugadora.

Además, se refirió a los enfrentamientos contra los conjuntos que pelearon el torneo como Boca, River o la UAI Urquiza, con los cuales les tocó perder por una abultada diferencia. “En realidad, sabíamos que eran equipos grandes, que jugaban de esa manera y que eran agresivos. No estuvimos a la altura de las circunstancias y no pudimos jugarles de igual a igual. Tuvimos muchas bajas, muchas lesiones y por eso no pudimos”, aseguró Molina.

También, expresó: “Hace rato queríamos convertir. Racing es como nuestro clásico, ya que Banfield no está en la categoría, es un partido que siempre se juega con muchas ganas y lo querés ganar. Fue un partido muy trabado, un gol de otro partido en el que una pelota parada lo destrabó, y la verdad que le pegó muy bien Aylén (Zarate)”.

Por otra parte, se refirió a sus rivales en los últimos puestos de la tabla: “Buscamos que los equipos como Huracán, UBA, equipos de la misma categoría nuestra, quienes no están hace tiempo en la A, puedan estar a su misma altura. La idea era pelear entre nosotros, Racing desde la B, que es nuestro rival prácticamente”, indicó.

Asimismo, Molina se explayó acerca de los defectos y virtudes del plantel a lo largo de la campaña: “Creo que los últimos partidos jugamos bastante bien, el problema estuvo en la definición porque hacíamos toda la jugada bien, y llegábamos al arco y errábamos. Por ahí faltó trabajar un poco más eso, lo hicimos y en los partidos no se nos daba, no entendíamos lo que estaba pasando. Casi todos los goles que hacíamos eran de pelota parada, no sé si hubo un problema en el juego o en la definición. Creo que somos un equipo que complica a los rivales, somos aguerridas. Pasó con San Lorenzo, vinieron a jugarnos tranquilas, les hicimos dos goles y les costó darlo vuelta, no sé si nos subestimaron. No damos por perdido nada, no queremos perder a nada.”

La versatilidad de las posiciones

La entrenadora Karina Medrano acostumbró durante la campaña a que sus jugadoras puedan desempeñarse en distintas posiciones.

A propósito, Molina precisó: “En realidad, lo que tiene Lanús es que no hay mucha variedad de jugadoras que jueguen en su puesto. Si necesitamos un 4, se le da las indicaciones y juega. Teníamos un plantel muy acotado, yo jugué en otros clubes, pude jugar de 8 o de 4, y ahora me necesitan de 5 y lo hago. Nos adaptamos a las necesidades que tenga el equipo.”

Y sobre la campaña, destacó: “Fue positiva y aprendimos mucho. Lanús es un equipo nuevo en la A, todo pasó muy rápido, lo de la Bombonera. Ahora se profesionalizó el fútbol y mas allá de las derrotas sirve para aprender y para progresar”.

La profesionalización

A partir del próximo campeonato, el fútbol femenino será profesional. Con esta determinación, una parte del plantel cobrará, aunque se estima que se dividirán los sueldos entre todas las jugadoras.

Sobre el tema en cuestión, admitió: “Muy positivo. Es lo que buscábamos hace rato y se ve bastante transparente. Ojalá que sea mejor y que estemos mejor de lo que estábamos, que no retrocedamos y que todo lo que están diciendo que se cumpla.”

Asimismo, apreció: “La verdad que no hablamos mucho del reparto de dinero. Las jugadoras estamos a la espera y los dirigentes también. En las últimas semanas hicieron charlas en AFA, hay que esperar supongo que van a venir los refuerzos, entonces estamos a la espera de que se complete el plantel para arrancar con las charlas.”

Su continuidad, jugar en La Fortaleza y el clásico con Banfield

Luego de haber jugado en varios clubes y en distintas categorías, Molina sueña con seguir ligada a Lanús como la mayoría de sus compañeras. “Por ahora, mi idea es quedarme, aunque eso depende del técnico y de la dirigencia si me van a tener en cuenta. Tengo entendido que la mayoría de las que estamos nos vamos a quedar”, deslizó.

Con respecto a ser locales en La Fortaleza, reconoció: “Ya está hecho el pedido, el tema es que no depende de nosotras, ya que tenemos que alcanzar un nivel para estar a la altura de las circunstancias. O sea, va a ser un evento importante y tenemos que estar bien preparadas para mostrarle al publico lo que podemos dar.”

Además, agregó los requisitos para poder jugar en Cabrero y Guidi: “No sé si elegir el partido, pero sí sentir nosotras que estamos bien para poder jugar. Pasó en la Bombonera que estaban varias jugadoras lesionadas y yo tuve que jugar de 9. Tendríamos que tener el plantel completo para mostrar una buena versión.”

Por último, habló de un futuro clásico con Banfield: “Es un equipo grande y merece estar en Primera, demostró que el fútbol femenino es un buen equipo, que tiene buen plantel. Nos encantaría jugar un clásico. A veces pensamos en jugar un amistoso, decimos entre nosotras. Agarramos a Racing de clásico porque nos queda más cerca, pero siempre quisimos jugar por lo menos algún partido con Banfield, y esperemos que se nos dé en el próximo torneo”, finalizó Molina.