Provincia | 25 mar 2019
OPINIÓN
Russo y Otero: sorpresas te da la vida
Sus posibles candidaturas encierran los problemas internos que vive el peronismo de Lanús y Cambiemos en Avellaneda, respectivamente.
Por: Ruben Molina
Nicolás Russo y Luis Otero podrían convertirse en las candidaturas sorpresa en esta parte del proceso electoral que se viene desarrollando en el Conurbano sur. En una sección donde la mayoría de las cosas están bastante definidas, sus posibles postulaciones podrían romper el statu quo de la región. Son dos figuras fuertes y exitosas, con trayectorias destacadas, y que al mismo tiempo podrían generar un simbronazo dentro de las estructuras políticas de los frentes a los que aspiran representar.
Hay que diferenciar los casos. Nicolás Russo, actual titular del Club Atlético Lanús, milita en el Frente Renovador y viene con antecedentes. Fue concejal y hace cuatro años ya intentó la aventura de acceder a la jefatura municipal. La debacle massista lo alcanzó en esa oportunidad y fracasó en el intento. En la última elección una extraña movida interna lo dejó afuera de acceder a una diputación provincial. En su lugar ingresó un "extranjero" de la Tercera Sección Electoral, el hombre del partido de Pilar Jorge D'Onofrio.
Pero la sorpresa de la candidatura de Russo viene por partida doble. En primer lugar, porque el anuncio lo hizo el senador provincial José Luis Pallares. Es un secreto a voces que la relación entre ambos no es de las mejores. Si bien el "circuito" ha mejorado, lo cierto es que los sectores de uno y otro están bien diferenciados y corren por vías distintas de la política local y seccional. La otra sorpresa está dada en la intención de que "Nicola" pueda ser el hombre que encabece la unidad en el PJ de Lanús y de esa manera le arrebate el distrito al PRO.
La jugada es osada, pero no imposible. Néstor Grindetti tiene buenos números en el municipio. Su imagen, inclusive, está por encima del presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal. Russo no niega sus intenciones de dar otra vez la batalla: "Voy donde sea útil", sostiene cada vez que se le pregunta. Pero desde hace un buen tiempo viene pregonando que "hay que trabajar por la unidad del peronismo".
¿Y si esa unidad del peronismo lanusense la encabeza justamente él? No es una idea alocada. El PJ local es un verdadero rompecabezas, y no se avisora figura alguna que ordene todas las piezas dispersas del tablero. El otro dato sustancial es que ninguno de los actuales aspirantes realmente mide en las encuestas como para hacerle mella a Néstor Grindetti. Sólo el impulso de un buen candidato nacional o provincial puede potenciar sus figuras. Distinto es el caso del titular del Club Atlético Lanús. Es una figura conocida y desde hace tiempo, en las mediciones, es quien secunda (a la distancia) al intendente macrista.
¿Ver para creer? En el justicialismo de Lanús la hoguera de las vanidades está a pleno, pero por cómo están las cosas, nada se descarta allí. Claro que todo dependerá de los armados nacionales y provinciales. Si el peronismo logra unificar en su intrincado rompecabezas, no sorprendería que Russo termine siendo la figura que amalgame todas las piezas en el distrito. Está claro que ganas no le faltan. El dato es que ahora ha sumado el apoyo de su adversario interno: José Luis Pallares.
Otero
La situación del periodista Luis Otero impacta en el otro gran espacio de la política regional: Cambiemos. Hace tiempo que su nombre se viene mencionando para la pelea municipal en Avellaneda. De extracción radical y exitosa carrera periodística, hace cuatro años se había explorado una posible candididatura a intendente, algo que fue descartado por el propio exconductor de los noticieros de Canal 13. "No es el momento", había asegurado.
Hoy la situación es diferente. Otero anunció la semana pasada que deja su labor en los medios de comunicación y que su nueva ocupación estará en la política local. De la mano del vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, pareciera que ahora sí es el momento de pelear por el Ejecutivo avellanedense. Claro que el tema no es sencillo, en el plano interno Cambiemos ya tiene una candidata en carrera: la senadora nacional Gladys González.
¿Habrá PASO en Avellaneda? Nada es seguro hoy dentro del mundo Cambiemos. Lo cierto es que la legisladora está "lanzada", aunque cuestionada por no ser del distrito y considerada por muchos una "paracaidista" macrista más en la región. Ese sería uno de los flancos más débiles, pero su protagonismo en el debate por la despenalización del aborto abrió otra grieta, tal vez con el sector más referenciado en el macrismo. Llovieron críticas de los "pañuelos celestes" por el vehemente apoyo de Gladys a los "pañuelos verdes".
Diferente es la situación de Otero, oriundo de Avellaneda, afiliado radical desde los 20 años y fanático hincha de Rácing (muy recordada fue su colaboración con el predio Tita Mattiussi). Cuenta con el aval de todo el radicalismo distrital, algo complicado por estos tiempos en la interna de ese partido. Es una carta fuerte con la que los radicales no sólo se animan a enfrentar a Gladys González, sino también al propio intendente kirchnerista Jorge Ferraresi.
Pero al mismo tiempo, una confirmación de las intenciones del periodista representaría un doble desafío de la UCR a las intenciones del macrismo. Avellaneda ha sido históricamente un bastión radical y cuna de reconocidos dirigentes de ese distrito. Los radicales locales reclaman para sí ese protagonismo histórico. Ahora, con candidato propio.
El otro desafío tiene que ver con la estrategia provincial de Vidal. La duda expresada sobre su futuro compañero de fórmula no cayó nada bien en la UCR bonaerense. Un hito más en la escalada de diferencias entre el centenario partido y el PRO en todo el país. Hasta ahora, tácitamente el reparto fue: los radicales manejan el interior y el PRO el Conurbano. Lo de Otero en Avellaneda es un evidente desafío a esa estrategia.
Dos nombres más en la cancha, dispuestos ambos a ser protagonistas de una campaña que aún está en pañales, pero que promete ser más que entretenida en el Conurbano sur. Esto recién empieza.