Los 60 trabajadores despedidos en agosto de la fábrica de zapatillas Gaelle, ubicada en Piñeyro, partido de Avellaneda, continúan su lucha para exigir el cobro de las indemnizaciones correspondientes, que desde la empresa les habían prometido que estarían pagas para enero.

Los empleados habían pedido durante un tiempo su reincorporación, hasta que se dieron cuenta de que la empresa quería prescindir de su producción nacional, por lo que prefirieron exigir el pago completo de las indemnizaciones. A fines de 2018, realizaron manifestaciones y acampes en la puerta de la fábrica para impedir la entrada y salida de camiones con mercadería.

Ante estas protestas y la difusión de la problemática en las redes sociales, el dueño de Gaelle, José Lopes, prometió que les abonaría el dinero correspondiente a los despedidos.

“Nos dijo que necesitaba entre noviembre y diciembre para indemnizarnos, y que en enero a más tardar ya iba a estar haciendo las liquidaciones, pero era todo una mentira. Cuando llegó enero, dijo que el dinero no estaba y que directamente iba a terminar todo en un juicio”, relató el delegado despedido Jorge Villalba.

El trabajador lamentó que Lopes “se salió con la suya” y los despedidos quedaron “en la nada, desamparados”. Esta semana comenzaron las audiencias en la sede del Ministerio de Trabajo bonaerense, pero los obreros anticipan que no tendrán “buenas nuevas” y el conflicto terminará en un juicio.