jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Otros | 17 ene 2019

La experiencia fue la clave de Monte Grande Rugby Club

La vuelta al Grupo II y su consolidación redondearon un 2018 positivo para el equipo, que pese a algunas turbulencias en el inicio del torneo, supo salir adelante. El medio scrum Octavio Musante aseguró que “gracias a la experiencia” obtenida del roce con equipos de categorías superiores, “se pudo ascender y ganar los partidos ajustados”.


Musante confesó que “el objetivo era ascender sí o sí porque se había descendido el año pasado y por suerte se dio mejorando con el correr de los partidos”, un logro que en la balanza pesa más que cualquier otra cosa.

“Tuvimos partidos que había que ganar y lo hicimos por 1 o 2 puntos, a lo largo del año fuimos mejorando un montón”, observó el back del Tricolor, al tiempo que destacó a la defensa como “la base” del equipo, porque “desde esa defensa se pudo lograr el ascenso”.

Asimismo, el lamento generalizado en Canning es por haber quedado cerca de la definición del título, algo que también le pasó durante el Seven de la URBA en el que su casa fue una de las sedes. Pero pese a eso, la alegría del ascenso motiva copas en alto durante los brindis por las fiestas.

Otra cosa que celebra Monte Grande es que, tras varios años de trabajo, lograron asentarse los jugadores provenientes de las inferiores que se destacaron en su momento por la velocidad y complicaron a más de un equipo, ya sea del Grupo I durante su fugaz paso en Reubicación o en los inicios en el viejo Grupo III.

“Hace cuatro años que se viene trabajando y subieron un montón de chicos, como todos los que integramos el plantel de Seven que tenemos más o menos la misma edad. Hoy en día ellos ya pasaron a ser parte del grupo que acompaña a los más grandes”, apreció el medio scrum.

Con el grupo ya renovado, asentado y potenciado con el ánimo que otorga el ascenso, Musante aseguró que deberán seguir trabajando y “meter mucho gimnasio”, porque es necesario “no relajarse ni ahí” al estar frente a un “año durísimo” en el que retornarán al Grupo II.

“Sabemos que va a ser un año durísimo. Es otro nivel rugbístico, físico, de velocidad, de todo. Hay que entrenarse con todo, meterle garra y mejorar en los aspectos técnicos para mantener el nivel y quedarnos en esa categoría”, afirmó.

Más allá de la dificultad que supone el desafío de la nueva divisional, los de Canning deberán apelar a la experiencia acumulada del roce obtenido hace un par de temporadas ante equipos de la elite del rugby metropolitano para lograr la permanencia. En ese sentido, el back del Tricolor señaló que “gracias a esa experiencia, se pudo ascender y ganar los partidos ajustados”.

“Nuestro juego no es lo físico, sino por afuera, rápido, con velocidad y dinámica. Estos partidos nos proponían algo más físico y de rigor, pero la experiencia que tuvimos de las categorías de arriba nos llevó a tener poderío desde atrás de los forwards para ganarlos”, puntualizó.

Monte Grande comenzará el 2019 con la cabeza en el Grupo II, en el que debutará el próximo sábado 23 de marzo a las 15.30 frente a Los Matreros, y la mira en hacer un buen arranque para acercarse a la permanencia cuando finalice la competencia a principios de noviembre.

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