Por: Por Diego Lanese

Conocido por ser el “profesor” en el panel del programa televisivo “Animales Sueltos”, José Luis Espert es uno de los economistas liberales de mayor exposición mediática. Integrante del Partido Libertario, es un crítico de las políticas del Gobierno, aunque hizo intensa campaña en 2015 a favor del frente Cambiemos. En clave electoral, es tentado para ser parte de un nuevo armado, y hace unos días se lanzó como precandidato a presidente de la Nación. En una de sus primeras intervenciones, habló del tamaño del Estado y sostuvo que a la administración pública “le sobran 1.800.00 empleados”.

 

“Voy a echar empleados públicos de manera gradual, en acuerdo con los sindicatos y las provincias”, adelantó. Los dichos fueron rechazados por dirigentes estatales, que recordaron que en varias oportunidades los agentes del Estado son tomados como “chivos expiatorios” por la política para justificar el ajuste. “No creen en el Estado ni en los empleados públicos”, afirmaron, y prometieron mantenerse en la pelea para que no se pierda ningún puesto laboral.

 

Las declaraciones periodísticas de Espert encendieron las luces de alarma en ATE, que el año pasado se mostró activo contra las políticas de achicamiento del gobierno nacional, y que a diferencia de UPCN, no firmó las paritarias por considerarlas “a la baja”. El economista anticipó el despido de casi 2 millones de empleados, que desde su óptica sobran. “Si uno suma los tres niveles de gobierno, tenés aproximadamente 3.600.000 empleados públicos; con la mitad te arreglás para brindar bienes y servicios públicos”, aseguró.

 

“El mayor achique que hizo el Gobierno en el marco del presupuesto es en los sueldos y los puestos de trabajo de los empleados públicos”, retrucó Marcelo Belelli, referente de ATE en la Administración Nacional de Aviación civil (ANAC), que esta semana comenzó con un plan de lucha por despidos en esa dependencia.

 

El dirigente recordó que “muchos de los puestos que se fueron dejando vacantes por los despidos fueron ocupados por gente afines al oficialismo”. “Nosotros creemos que el Estado está siendo cuestionado, el macrismo no cree en un Estado fuerte, que regule ni tenga capacidad de intervenir en la economía, la salud y la vivienda”, sostuvo, en diálogo con Política del Sur. 

 

En el marco del proceso electoral, declaraciones como las de Espert preocupan a los dirigentes, ya que muchos creen que los estatales serán utilizados como excusa para justificar el ajuste. “Seguramente este año electoral el Estado será objeto de presiones y de achiques, porque ellos no creen en el Estado ni en los empleados públicos. Nosotros, en cambio, defendemos el Estado como una herramienta de transformación”, dijo Belelli.

 

Respecto de los despidos en la ANAC, el gremio alertó que fueron cesanteados seis trabajadores del Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación (CIPE), dependiente del Ministerio de Transporte y la ANAC. Entre los despedidos hay técnicos que realizan el mantenimiento de los simuladores para el Curso de Controlador de Tránsito Aéreo. Por ello, desde el gremio afirmaron que las cesantías son una nueva etapa en el “el vaciamiento de un centro donde sus trabajadores dejan su mejor esfuerzo en las tareas claves que desarrollan”.

 

Desde que Mauricio Macri llegó a la presidencia, ATE fue uno de los gremios más activos contra su política de ajuste de las arcas públicas. Durante este tiempo, varias dependencias se vieron virtualmente cerradas por los despidos, que se iniciaron bajo la excusa de eliminar los puestos políticos.

 

En este tiempo, el enfrentamiento entre el sindicato estatal y el oficialismo creció, al punto que en 2018 no se firmaron las paritarias. Pero el Gobierno logró acordar con UPCN, el sindicato que lidera Andrés Rodríguez, que forma parte de la conducción de la CGT y tiene una actitud dialoguista. En cambio, ATE es parte de la fracción Perón de la CTA Autónoma y se moviliza junto a los sectores combativos del movimiento obrero.

 

“Lamentablemente, en la administración pública nacional existe un gremio como UPCN que avaló todas esas políticas, el tema de los despidos, además de una paritaria del 25 por ciento cuando la inflación fue del 47 o 48 por ciento. Eso te demuestra a qué modelo sindical quieren ir”, criticó Belelli.