En medio de un clima desesperanzador por la caída del consumo, el cierre de grandes empresas y pymes en la región y despidos masivos, los trabajadores de la fábrica La Salteña de Burzaco pueden permitirse el lujo de dar un respiro.

El delegado de La Salteña Hernán Jáuregui, quien estuvo junto a sus compañeros en “estado de alerta” luego de que trascendiera que la empresa tenía intenciones de abandonar el país y vender su sede ubicada en el Parque Industrial de Almirante Brown, confirmó que la compañía Molinos Río de La Plata, del holding Pérez Companc, es finalmente quien decidió comprarla.

El trabajador aseguró a Política del Sur que no hay indicios de un cierre inminente o posibles despidos, a pesar de los rumores que trascendieron de boca en boca y generaron temor e incertidumbre a más de 500 empleados. “Queremos transmitir seguridad a las familias”, remarcó Jáuregui.

La famosa fábrica que produce tapas de empanadas, tartas y pastas frescas era conducida desde 1995 hasta ayer por una de las empresas estadounidenses del rubro de alimentos más importantes del mundo.  

Molinos Río de La Plata es una compañía de capitales nacionales y líder de ventas en la industria latinoamericana de productos alimenticios, entre cuyas marcas se encuentran las populares Granja del Sol, Terrabusi, Matarazzo, Luchetti, Exquisita, Favorita, Don Vicente, Bonafide, entre otras.