jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Gremiales | 11 ene 2019

ANÁLISIS

Luz verde al gremio para Flybondi: ¿El Gobierno le apunta al unicato sindical?

La autorización para que una asociación sindical represente a todos los empleados es un precedente único en el país y puede abrirle la puerta a “un sindicato por empresa”, algo hasta ahora prohibido por la ley. La dirigencia mira de reojo la iniciativa y cuestiona el intento de “debilitar la organización” de los trabajadores. Además, se confirma el tercer intento de aprobar la reforma laboral.


Por: Por Diego Lanese

Más allá de las dictaduras y los cambios de ley, si algo se mantuvo inalterable desde hace décadas es el modelo sindical argentino. Moldeado por Juan Domingo Perón para fortalecer su incipiente movimiento, el armado de gremios en el país se basa en el concepto de “unicato”, es decir, la posibilidad de un gremio por rama. La Ley de Asociaciones Sindicales, que rige la actividad del sector, mantiene esta regla, aunque en los últimos tiempos varios fallos judiciales la pusieron en discusión. Lo cierto es que desde la vuelta a la democracia, los distintos gobiernos aceptaron esta realidad, salvo alguna excepción, como sucedió en la gestión de Raúl Alfonsín con la llamada “Ley Mucci”.

 

Hasta ahora, Mauricio Macri no se metió en el tema, especialmente sensible en la CGT. Pero la habilitación de un gremio para la línea aérea Flybondi encendió las alarmas en Azopardo. Por primera vez, las autoridades laborales aprueban una organización gremial para una sola empresa, lo que puede verse como un antecedente a futuro. Si bien la mayoría duda que se haga una movida tan ambiciosa en un año electoral, algunas voces aseguran que la reforma laboral que plantea Cambiemos no vendrá sola, sino que traerá también la discusión por el “unicato”.

 

Mediante una resolución en el Boletín Oficial con la firma de los ministros de Transporte y de Producción, Guillermo Dietrich y Dante Sica, respectivamente, se aprobó la creación de la llamada Asociación Sindical de Trabajadores de Flybondi Líneas Aéreas, “con carácter de asociación gremial de primer grado, para agrupar a la totalidad de los trabajadores que presten servicios bajo relación de dependencia en esa empresa”.

 

De esta forma, se habilita a un solo sindicato a aglutinar a pilotos, personal de pista, azafatas y personal administrativo. Así, se evita que la empresa negocie con los seis gremios del sector aeronáutico, que pusieron el grito en el cielo por la decisión.

 

“No existe en la historia argentina una medida de este tipo, nunca se aprobó tan rápido un sindicato, y menos para una empresa”, sostuvo ante Política del Sur un dirigente del sector, que prefirió el anonimato. La medida pone en discusión la ley actual y la imposibilidad que tienen los nuevos gremios de representar trabajadores. “Este gobierno, cuando pueda debilitar la capacidad de organización de los trabajadores, lo van a hacer”, agregó el mismo dirigente. Por ahora, la mayoría de la dirigencia no cree que vayan a una reforma de la ley 23.551 y discuten más el vínculo con la empresa.

 

“El gremio está creado por la empresa, y sus referentes son un ex socio de Macri y un condenado por narcotráfico”, remarcó el dirigente. Esto hace referencia a Fernando Granelli, quien fuera piloto de Macair Jet, la aerolínea del grupo Macri, y Matías Miret, el piloto que estuvo dos años preso en España por pilotear hasta España el avión de los hermanos Juliá con mil kilos de cocaína a bordo.

 

El corazón de la ley que mantiene vigente el “unicato” es el artículo 31 de la ley, que determina que las entidades sindicales con personería gremial “tienen como derecho exclusivo defender y representar ante el Estado y los empleadores los intereses individuales y colectivos de los trabajadores”, mientras que las entidades simplemente inscriptas sólo podrán “peticionar y representar, a solicitud de parte, los intereses individuales de sus afiliados”.

 

Con esta medida, el Gobierno entrega a las entidades con personería gremial el monopolio de la representación individual y colectiva de los trabajadores, lo que choca contra la libertad y democracia sindical. El artículo fue declarado inconstitucional por la Justicia en 2013, pero ahora ocurre otro golpe al modelo sindical. Esto se contradice con la aprobación de un gremio para una empresa -en este caso Flybondi-, por lo que los dirigentes gremiales creen que es “una medida ilegal e ilegítima”.

 

La reforma, otro objetivo

 

Si un posible intento de reformar el “unicato” tomó por sorpresa a la dirigencia, que se anticipe un nuevo intento por aprobar la reforma laboral no es una novedad en los gremios. El paquete de tres leyes que está trabado en el Senado volverá a ser impulsado por el oficialismo y se intentará convencer al bloque del peronismo federal que acompañe.

 

Las nuevas normas crean nuevos marcos de referencia, como la nueva forma de calcular indemnizaciones o la posibilidad de reducir la jornada laboral en sectores en crisis. Hasta ahora no hay mayores acuerdos, salvo para una de las leyes del paquete: la que crea la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud (AGNET). Esta entidad es reclamada por los sindicatos, ya que pondrá un límite a los amparos judiciales que sufren las obras sociales para cubrir determinados tratamientos. El resto está todo en discusión.

 

La creación de un gremio como el de Flybondi responde a la imposibilidad de la reforma laboral y el rechazo de los gremios del sector de aceptar cambios que flexibilicen sus convenios. En este punto, se alerta que en la actualidad, los trabajadores de esta línea “low cost” están todos fuera de los convenios de actividad y no pueden sindicalizarse. Cuando alguien lo hace, como una empleada que se afilió a la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), directamente es despedido.

 

Si la reforma vuelve a trabarse (en su momento el senador Miguel Ángel Pichetto dijo que sin el visto de la CGT no iba a tratar estas leyes), el Gobierno apuntará a hacer acuerdos por rama, como hizo con los petroleros patagónicos. Esta semana, el propio ministro Sica estuvo en Mendoza para hacer lo propio con los trabajadores de ese sector, reformando el convenio colectivo a cambio de garantizar que no habrá despidos.

 

Por estas horas, versiones que circularon en medios nacionales hablan de que la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) estaría en camino de hacer un acuerdo similar, que permite la flexibilización en la cantidad de horas de la jornada de trabajo. Pero la dirigencia metalúrgica lo desmintió rotundamente y sotuvo que el gremio “es defensor incansable de su Convenio Colectivo y de la Ley de Contrato de Trabajo”.

 

Con los gremios, la reforma será capitaneada por el ministro Sica, pero tendrá mucha participación Lucas Fernández Aparicio, reemplazante de Jorge Triaca en la Secretaría de Trabajo. En el mundo sindical, hay cierta expectativa en este dirigente, un exdelegado de UPCN durante el kirchnerismo.

 

“Viene del movimiento obrero, esperemos que sea más sensato que otros dirigentes. Debe entender que la reforma es un obstáculo”, alertan fuentes consultadas por Política del Sur. Este antecedente no parece suficiente para esperanzarse: Dante Sica fue durante diez años asesor de la UOM, lo que no evitó la ofensiva contra el convenio metalúrgico. 

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