Luego de doce meses muy sufridos por todo el mundo de Los Andes, finaliza el 2018. Un año muy sacrificado para el Milrayitas y toda su hinchada. Un año donde pasó de todo, uno de los peores en la historia del conjunto de Lomas. Aunque a pesar de todo lo sufrido, en el final se logró uno de los objetivos más anhelados: romper esa racha de casi nueve meses sin conseguir un triunfo.

En el arranque del 2018, Los Andes tenía como objetivo sumar todos los puntos posibles para un ingreso al reducido y lograr la tan soñada vuelta a la Primera División. Sin embargo, ese propósito le resultó algo complejo. No sólo le costó ganar, sino que cada vez que pasaban los partidos, se comprometía un poco más con la tabla de descensos. Y ese primer objetivo de lograr ingresar a los puestos de reducido quedó en un segundo plano, en reemplazo de un segundo objetivo: la permanencia en el Nacional B.

Luego de tres partidos posteriores al arranque del 2018, Los Andes logró su primer triunfo en el año ante Juventud Unida de Gualeguaychú por 1-0 en el Eduardo Gallardón. Luego de ese encuentro, consiguió tres empates al hilo en las fechas próximas. Sólo quedaban cinco partidos para que finalice el campeonato, y Los Andes seguía comprometido con la tabla de descenso. Sin embargo, dependía de sí mismo para permanecer en el Nacional B, y tal vez, lograr de manera heroica la clasificación a los puestos de reducido. Sin embargo, para lograrlo, debía ganar los cinco partidos restantes.

En la fecha 20 del torneo consiguió su segunda y penúltima victoria en el año ante Brown de Adrogué. ¿Quién iba a decir que sería el último triunfo de Los Andes en mucho tiempo? ¿Quién iba a decir que luego de ese partido, que parecía de una vez por todas el despegue de la zona de descenso, pasaría a ser el inicio de una extensa racha negativa para el equipo de Gabriel Lobos?

Luego de la victoria ante el equipo de Pablo Vicó, Los Andes no sólo no volvió a ganar, sino que también llegó a estar más que comprometido en el descenso. Sin embargo, luego de dos empates y algunos resultados de sus rivales en la tabla de abajo, logró el objetivo de permanecer en el Nacional B.

Luego del final apretado en la temporada 2017/2018, llegó el receso por el Mundial, una nueva temporada y nuevas esperanzas de todo el mundo Los Andes de cara al próximo campeonato. Sin embargo, esas esperanzas de a poco se fueron apagando como el fuego del ocaso, y lo peor estaba por llegar.

Un arranque de temporada muy trabado, con dos derrotas consecutivas dejaron al Milrayitas sin entrenador. Gabriel Lobos decidió dar un paso al costado para dejarle el barco a Aníbal Biggeri, quien decidió afrontar nuevamente el desafío de dirigir a Los Andes. Sin embargo, Biggeri no se dio cuenta de que el barco que había tomado el timón era el Titanic, y ya había zarpado para terminar en el fondo del mar.

Biggeri encontró un equipo desarmando, sin un rumbo, con graves problemas en el armado del juego, y principalmente con un promedio de gol sumamente bajo. En su debut como entrenador de Los Andes, cayó ante Sarmiento de Junín en condición de local. Con el paso de los días, las cosas no mejoraron tras empatar ante Brown de Adrogué y luego con Ferro.

Fueron pasando los días, y a pesar de que se acercaba el invierno en Buenos Aires, el mundo Los Andes se calentaba más y más. La situación ya era muy complicada. Aníbal Biggeri no sólo no podía conseguir un triunfo, sino que tampoco los empataba. Por lo tanto, la presión se hacía cada vez más eterna.

Pasaron once fechas luego del inicio de la temporada, y Los Andes había sumado 4 puntos en todo el torneo. Un total de seis derrotas y cuatro empates, con sólo dos goles a favor y diez en contra. Era el único equipo en la Argentina que no había obtenido una victoria en todo el campeonato. Por lo tanto, la situación ya era sumamente preocupante.

Aún quedaban dos partidos antes del cierre del año: uno de ellos era en condición de local ante Almagro. El partido ante el Tricolor era la esperanza de todo Los Andes para cortar esa racha interminable de no ganar. Sin embargo, el  encuentro no fue el esperado. Los Andes jugó bien luego de mucho tiempo, tuvo situaciones de gol para poder ganarlo, que no era muy normal en el equipo de Lomas. A pesar de todo, el partido se le escapó literalmente en el minuto final y obtuvo otra derrota, sentenciando un final muy complicado.

Sin embargo, en el último partido del año y en el partido menos esperado, Los Andes logró cortar una racha de casi nueve meses sin obtener la victoria en su visita a Vicente López, cuando enfrentó a Platense por 1-0. De esta manera, el conjunto de Lomas se llevó los 3 puntos y consiguió su tercera victoria en el año, que le permitió igualar a Quilmes en la tabla de descenso.

El Milrayitas cortó una racha de 16 partidos sin obtener un triunfo, un total de ocho meses y 14 días, y un año y 18 días sin ganar en condición de visitante. Actualmente se encuentra último en la tabla de posiciones con 7 puntos y en descenso directo junto a Quilmes. Por lo tanto, se le viene un 2019 muy duro, con muchas dificultades y con la idea de lograr su objetivo: la permanencia en el Nacional B.