El titular del bloque del Partido Justicialista del Senado, Miguel Ángel Pichetto, iba a encabezar hoy un acto en la sede del sindicato Químico, organizado por la fracción de las 62 Organizaciones Peronistas que lidera el dirigente del Vidrio Horacio Valdez. Pero la actividad se suspendió ayer, sin previo aviso, lo que sorprendió a la dirigencia sindical.

Este era uno de los primeros acercamientos formales del rionegrino a un sector importante de los gremios, que además forma parte del Frente Sindical para el Modelo Nacional, el espacio que conducen Pablo y Hugo Moyano, junto a otros sectores como la Corriente Federal. La decisión, según se supo, tiene que ver con este último dato: algunos creen que el acto terminaría “copado” por el moyanismo y eso podría traer incidentes. Además, existe una fuerte presión para que Pichetto, que trabaja en el armado del peronismo a nivel nacional, no se reúna con sectores sindicales, en especial aquellos que puedan tener algún contacto con el kirchnerismo.

El acto de hoy con la conducción de las 62 Organizaciones Peronistas estaba llamado para las 18. Según la invitación, allí se hablaría de la “actualidad política”. Sin embargo, finalmente se suspendió, lo que generó sorpresa. Muchos vinculan este hecho a que el espacio de las 62 hace unas semanas se sumó al Frente Sindical para el Modelo Nacional, que lideran los Moyano y otros sectores combativos, como los bancarios de Sergio Palazzo y el SMATA de Ricardo Pignanelli. Esto fue fundamental para que se levantara la actividad.

“Hubo temor a que el aparato moyanista terminara desvirtuando el acto y que se produjeran incluso incidentes con otros sectores que iban a participar”, le dijo a Política del Sur una fuente cercana a la organización.

Uno de los problemas que alertan quienes ven con malos ojos que Pichetto se acerque a los gremios es que puede quedar envuelto en la estrategia de los Moyano. “El camionero está negociando directamente con Cristina Fernández de Kirchner, el acercamiento es obvio. Hay una alianza para hacer que la expresidenta sea la única competidora en el peronismo”, agregaron las fuentes consultadas.

Las 62 Organizaciones Peronistas que lidera Valdez son una de las tres fracciones que forman el abanico de opciones dentro de este espacio. Otro pedazo responde al dirigente textil Hugo Benítez y tiene buena parte de la conducción de la CGT, y una tercera al dirigente Ramón Ayala, heredero de Gerónimo “Momo” Venegas y muy cercana al Gobierno.

Las dos primeras están en plena lucha interna en el peronismo. La de Valdez estuvo en Córdoba el 17 de octubre en el acto que lideró el Frente Sindical, mientras que la de Benítez viajó con el patrocinio de Luis Barrionuevo a Tucumán, donde casualmente estuvo Pichetto. Al intentar acercarse al otro grupo, las presiones se volvieron intensas y lo frenaron.

Además, el senador debe soportar el reclamo de sectores del llamado Peronismo Federal, que representa a los gobernadores. En plena discusión por el Presupuesto, algunos acusaron al rionegrino de “no responder a los gobernadores”. En este sentido, las presiones sobre Pichetto apuntan a que negocie con el gobierno nacional algunas cuestiones vinculadas a la Justicia.

Una de las versiones que pudo confirmar Política del Sur habla de la causa que tiene el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y que podría terminar “muy mal” para el funcionario. El pedido es que Pichetto “negocie una salida menos traumática”, pero al parecer, el senador no avanza por ese tema. Por eso, aseguran las fuentes, se produjo el duro cruce en la visita del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a la Cámara alta, entre el propio Pichetto y su par José Mayans, el senador del oficialismo formoseño.