jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1940

San Vicente | 25 jun 2018

El Municipio de San Vicente, en medio de escándalos y operaciones políticas

Luego de las denuncias de “nepotismo” contra el gobierno de Mauricio Gómez y de la bochornosa actuación del jefe de Gabinete municipal contra un periodista del distrito, el propio Cambiemos parece conspirar contra sí mismo, y no son pocos los que aguardan la oportunidad de cara al 2019. Una cuestión de intereses de propios y ajenos.


Si hay un concepto del cual los gobiernos municipales bonaerenses prefieren distanciarse es “nepotismo”. Una de las grandes excepciones es San Vicente, hoy comandado por el intendente Mauricio Gómez, que asumió en diciembre de 2015 como una propuesta del radicalismo y de la mano de Cambiemos, pero reconociéndose él mismo “sin contacto con la política partidaria” antes de ocupar el despacho central.

Tal vez por esa razón, una de las condiciones que puso este corredor de autos y dueño de una importante empresa de turismo del distrito para ser candidato a intendente haya sido que su gabinete esté compuesto por personas de confianza, más precisamente, por integrantes de su familia.

Aunque el mandatario sanvicentino no habla de “nepotismo”, nunca ocultó que las secretarías y direcciones del palacio municipal están ocupadas por parientes suyos, directos y no directos. De hecho, la semana pasada dio una conferencia de prensa para defenderse de las denuncias realizadas en ese sentido por la oposición, más específicamente por Unidad Ciudadana.

El concejal de ese espacio Nicolás Mantegazza salió en los medios a denunciar a la gestión actual por la cantidad de familiares de Gómez trabajando en cargos jerárquicos (alrededor de 25) y por haber triplicado la planta política. Pero durante la conferencia, el jefe comunal explicó que “no es noticia” que su gabinete esté conformado por su entorno familiar y aclaró que eso fue lo que pidió cuando le “propusieron participar en política”. “Nunca oculté esa realidad”, afirmó.

Al mismo tiempo, acusó al ex intendente Daniel Di Sabatino, a su hijo Lucas Di Sabatino, al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y al ex titular de Anses local Diego “Chapu” Barralle, de haber armado una “opereta política” para “desestabilizar” a su gobierno. A Mantegazza lo trató, sin vueltas, de “hijo de mil puta y mala persona”, y a Di Sabatino de “figurita decorativa”. Además, arremetió contra el suegro de Mantegazza, Rolando Lasalle, al asegurar que cobraba “coimas” mientras era funcionario en el área de Obras Públicas durante la gestión Di Sabatino.

Gómez le devolvió de esta forma la movida al justicialismo y advirtió que está “dispuesto a no perdonarle ninguna a esta gente e investigar cada una de las cosas que nunca aclararon” de la administración anterior, con respecto a la desaparición de maquinaria vial, un plan de viviendas que nunca se terminó de concretar en Alejandro Korn, entre otras. Según informaron fuentes a este medio, Gómez ya habría presentado pruebas en una fiscalía de La Plata.

El tema es que aquí hay tres cuestiones que complican al gobierno de Cambiemos en el partido de San Vicente, que se suman a la la poca diplomacia que caracteriza a Gómez. Por un lado, que la administración no es menos mala que la que encabezó Di Sabatino; por otro, un escándalo que el jefe de Gabinete protagonizó contra un periodista; y por otro, los intereses de los dirigentes del propio oficialismo, que suscitan una interna cada vez más feroz a medida que se acerca el 2019.

Con respecto a la administración, Mauricio Gómez asumió el cargo sin experiencia política y responsabilizando a la “pesada herencia” por no poder avanzar en materia de obra pública. Dos años y medio después, la imagen del jefe comunal no es de las mejores y no logró superar a la que encabezó Daniel Di Sabatino. La disconformidad de parte de los vecinos se puede observar en, por ejemplo, los barrios de las tres localidades del distrito y las redes sociales.

En cuanto al bochorno del jefe de Gabinete, el radical Federico Cantó, ocurrió días atrás en la misma conferencia de prensa que dio Gómez, cuando un joven periodista del medio El Ojo de San Vicente le preguntó al Intendente sobre cuántos eran los familiares que trabajaban en su gabinete y cuáles eran sus sueldos (ver aparte), lo que valió una respuesta irónica de parte del mandatario comunal. Cuando finalizó la actividad, algunos funcionarios comenzaron a increpar al trabajador de prensa y, en el momento en que este sacó su celular para registrar las agresiones que recibía, Cantó le quitó el móvil y “escapó” hasta el despacho de Gómez. Se trató de una actitud que generó un repudio generalizado no sólo en San Vicente, sino que tuvo resonancia en todos los distritos del Conurbano.

Esa no fue la primera vez que Cantó protagonizó un hecho vergonzoso como funcionario público, debido a que en diciembre último, durante el acto de asunción de concejales, en respuesta al griterío de militantes de Unidad Ciudadana presentes en el recinto, Gómez tomó el micrófono y tildó a los dirigentes y militantes del gobierno disabatinista de “los más ladrones que hay”. La ayuda provino de Cantó, que, subido a una silla, arengaba consignas e insultos al mejor estilo barra brava.

Por último, la cuestión netamente política o partidaria en San Vicente es -tal vez- la más interesante para analizar de aquí a los próximos meses: los cruces de intereses y las ganas de ser intendente por parte no solamente de dirigentes de la oposición, sino especialmente de los que comparten espacio en Cambiemos, a sabiendas de que la bajada de línea nacional es que no se diriman candidaturas en las PASO.

Da la sensación de que esta situación crítica en el Municipio devuelve la imagen de un jefe comunal ofuscado, desorientado y débil. Y también da la sensación de que tal cosa les vendría muy bien a dirigentes que están dispuestos a ser candidatos en 2019 para tomar las riendas del distrito, algo que han manifestado abiertamente.

Uno de ellos es el presidente del Concejo Deliberante y del PRO local, Roberto Armirotti, quien días atrás en una entrevista con un medio de la zona aseguró: “El PRO apoyará la candidatura de Gómez, pero si él decide no presentarse, yo seré uno de los precandidatos.”

En las elecciones legislativas del año pasado, Armirotti se había mostrado molesto con Cambiemos y el gobierno municipal actual porque en la lista oficialista no hubo candidatos del PRO ni de la Coalición Cívica, sino solamente del radicalismo. “Todos puestos por el Intendente”, había dicho el dirigente en diálogo con Política del Sur, y agregó que “por no armar una lista con el PRO, no pudimos tener mayoría en el Concejo Deliberante”.

Además, desmintió que el PRO haya apoyado al entonces candidato a primer concejal de Vecinalismo en Acción, Fernando Vitaller, y responsabilizó a gente del propio Ejecutivo de hacer circular esa versión. “Yo creo que esto sale del seno del mismo gobierno municipal para tratar de justificar algo que para mí sí fue el problema del por qué no se alcanzó a ganar”, subrayó.

Otro interesado en estar a la cabeza de la Comuna sanvicentina sería el diputado nacional de Cambiemos Martín Medina, oriundo de Lanús, pero con domicilio actual en San Vicente. En declaraciones a la prensa, el legislador se mostró entusiasmado en realizar diferentes propuestas para el distrito.

En comunicación con el medio Semanario Al Sur, dijo haberse enamorado de San Vicente, y añadió: “Cuando uno hace política, en donde se asienta comienza a generar lazos, y es lo que empecé a hacer con profundidad en este último tiempo”. En San Vicente, el diputado ya mantuvo reuniones con concejales oficialistas y opositores, referentes sociales y sindicales, empresarios y autoridades de clubes de barrio.

La pregunta que uno debe hacerse a partir de ahora es: ¿Cuánta “opereta política” podría provenir de Unidad Ciudadana y cuánta desde las entrañas de Cambiemos? ¿Habrá que observar más a los propios que a los ajenos?

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias